6° NO ME OLVIDES ❤

   CAPITULO 6

Cuenta Peter



La noche anterior

Tincho:¿Qué mierda acabas de hacer? -preguntó enojado-

Sí, tenía razón, la había cagado con Lali, pero, ¿yo que mierda iba a saber?

Peter:Entendeme boludo, llevábamos todo el día así, yo la molesto y ella me molesta -expliqué- Yo no sabía que realmente era eso lo que pasó, era una simple joda

Tincho:Sos un boludo con todas las letras Juan Pedro, no sé ni por qué no te doy una piña por tarado

No entendía la razón del por qué todos estaban así conmigo. Creo que hasta ella sabia que no lo hice a propósito. Además, sé que lo que yo piense, desde hace tiempo, a ella no le importaba.

***

Era el día de navidad, y como tal, había que celebrarlo por todo lo alto.

Pasamos todo el día en Las Leñas "esquiando" en la punta de las montañas, ya que se acercaba el verano y no habia mucha nieve. 

Nos presentaron a nuestro profesor de esquí. El flaco era bastante buena onda. Nos había dicho que se celebraba una joda a pocos kilómetros de donde estábamos alojados y a donde estábamos todos invitados.

Lali no me había dirigido la palabra en toda la mañana. Tampoco esperaba que lo hiciera, pero ni un "gracias" cuando le pasé la sal esta mañana en el desayuno. 

Si que era verdad que por la expresión de su rostro parecía tener ganas de ser a mi a quien tirarle la sal y no echarla en el plato, pero sin duda, lo que más me había molestado había sido que con los demás, se comportaba como toda una señorita educada y más copada que nunca.

Decidí ponerme unos jeans ajustados, mis adidas favoritas, una remera blanca de manga corta básica, y encima una americana de esmoquin negra. Me miré al espejo, y me gustó lo que vi. No era vanidoso, y mucho menos egocéntrico, pero me gustaba que mis horas de gimnasio se notasen, y la verdad, se notaban bastante, pero eso no era lo único que destacaba de mí, si no mis ojos verdes, gracias abuela y mamá, se los agradeceré el tener estos ojos hasta el día en que me muera.

Xxx:¡Peter! -dijo mi amigo desde el living-

Seguro que yo era el único que faltaba. Tincho siempre me decía que tardaba lo mismo que una mina en prepararme, y para qué negarlo, sé que tenía toda la razón del mundo.

Salí de la habitación, buscando a mi amigo con la mirada, y a pesar de no encontrarlo, encontré a alguien mucho más interesante; llevaba un vestido palabra de honor rojo, ajustado hasta la cintura, y que caía en cascada hasta medio muslo. Que piernas... Me imaginaba esas piernas,
enredadas en mis caderas, y esos labios rojos pasión besando los míos.

Tincho:Peter -dijo despertándome de mis pensamientos, ¿desde cuándo pensaba así de Lali?- Te estaba preguntando que si lo llevas todo -dijo con una sonrisa burlona. Mierda, me había pillado mirando a Lali-

Peter:Sí, todo -asentí después de comprobar que llevaba el celular, la billetera y las llaves-

Yeyo, Nico, Euge, Oriana y Julián se fueron en el auto de Nico, mientras que Brenda, Tincho, Lali y yo cogimos un remix.

El boliche estaba lleno. La gente bebía, bailaba y, como se cansaban, volvían a beber.

Peter:Hey -le dije al barman- Ronda de chupitos para mi amigo y para mí, por favor

Cuando Tincho y yo hacíamos algo lo hacíamos a lo grande y para un día que bebíamos pues beberíamos a lo grande.

Lali:¿Se van a beber eso? ¿Acaban de llegar y ya se quieren poner en pedo? -preguntó mirándonos-

Peter:Miren quién se dignó a hablarme -dije indignado, dirigiéndome a Lali- ¿Me vas a prohibir que me emborrache? -negó con la cabeza, con una expresión de "obvio que no" en la cara- Además, vos no sos capaz ni de beberte dos sin tirar la toalla -dije con burla-

Lali:¿Apostamos?

Mierda, había despertado a la fiera.

No recordaba que Lali era de esas personas que cuando les decís que no, te demostraban que sí, solo para demostrarte lo contrario.

Peter:Era una joda -rectifiqué- Sé que podes hacerlo -ignoró mis palabras, y fue a pedirle al barman tres chupitos de tequila, idénticos a los nuestros-

Lali:Muy bien nenitas, ¿empezamos? -preguntó desafiandonos con la mirada-

No quería que bebiera, pillaría el mayor pedo de su vida, y no quería que nadie se aprovechara de su estado, porque para serme sincero, y siendo egoísta, no quería que nadie que no fuera yo le tocara ni un pelo.

Peter:Empecemos -dije- Si bebo más que vos, me debes un baile, ¿hecho? -dije extendiendo mi mano para cerrar el pacto-

Sin pensárselo ni un segundo más, estrechó mi mano de vuelta. Y así, comenzamos a beber.

El tequila, quemaba al bajar por mi garganta, y no era al único que le pasaba, porque Tincho y Lali tenían la misma cara que yo.

Llevábamos cuatro tequilas en el cuerpo, y el alcohol me empezaba a hacer efecto. Vi cómo se acercaba un flaco a la barra, más concretamente a la parte de la barra que tenía al lado, donde se encontraba Lali 

Xxx:Hola preciosa, ¿bailas? -le preguntó el rubio, tenía los ojos claros pero no podía distinguir el color por la lejanía y la oscuridad del boliche-

Peter:Está con nosotros -dije molesto-

Xxx:¿Sos su novio o qué? -preguntó burlándose-

Peter:Sí -asentí- ¿Algún problema con eso? -pregunté, sintiendo la mirada de Lali y de Tincho encima de mí-

Xxx:¿Es eso verdad? -le preguntó a Lali-

Lali:¿No lo oíste ya? -dijo abrazándome por la cintura-

Ella y su manía de responder a una pregunta con otra. Me giré de nuevo hacia el rubio, y le sonreí triunfante.

Peter:¿Bailamos? -pregunté con una sonrisa ladeada girándome para encarar a Lali, asintió y sonrió-

Una vez que nos habíamos alejado lo suficiente como para que el rubio no nos escuchara, nos colamos entre la multitud, obviamente nos ganamos codazos, empujones y demás, cuando llegamos casi al centro de la pista nos pusimos a bailar.

Lali:¿Desde cuándo tengo novio? -preguntó con una sonrisa coqueta, entrelazando sus brazos por detrás de mí cuello-

Peter:Desde que me debías un baile y no te ibas a ir con el sin cumplir con tu promesa -dije posando mis manos en su cintura-

Llevábamos bailando sobre unos cinco minutos y descubrí que se sabía mover muy bien, demasiado bien para mi gusto. 

Seguimos así, hasta que no pude más, llevaba diez mitos bailando pegada a mí y podría ser todo lo insoportable que quisiera, pero yo era un pirata y ella estaba muy buena así que, la cogí de la nuca, y la besé con prisas. Ella me siguió el beso, con la misma intensidad.

Poco después, nos separamos con la respiración agitada. Pedimos un taxi y en menos de diez minutos ya estaba intentando abrir la puerta con Lali besándome el cuello (razón por la que tardé una eternidad en abrir la maldita puerta).

Una vez dentro de mi habitación, la empujé para que cayera en la cama, y todo lo demás era muy confuso como para recordarlo.

***

Abrí los ojos aturdido al escuchar mi nombre. Delante mío tenía unos preciosos ojos cafés bastante sorprendidos.

Un momento, ¿qué hacían esos ojos en mi cama y... (miré bajo las sábanas) desnudos?



Chicas, perdón si es corto. Prometo que nañana hay maratón ❤