martes, 7 de junio de 2016

17° NO ME OLVIDES ❤



   CAPITULO 17



Cuenta Lali

Después de haber cenado, ya estábamos todos acomodándonos en el sofá para tomar las uvas.

Martina:¿Alguien ha visto a Mariano? -preguntó mirando para todos lados-

Laliter:Se fue -dijimos Peter y yo al unísono, lo que provocó que intercambiáramos miradas de interrogación-

Martina:¿Por qué?

Ante eso, ambos volvimos a pensar igual, pero ninguno contestó esta vez y nos encogimos de hombros a forma de respuesta.

Peter:Y decime mi amor -arrugué la nariz ante esas palabras- ¿Qué deseo vas a pedir mientras te comes las uvas? ¿No perderme nunca? -preguntó con un tono falso mientras me acariciaba el muslo y yo asentí con una falsa sonrisa-

Lali:Lo que vas a perder vos, va a ser la mano como no la quites ya de ahí -murmuré por lo bajo para que nadie pudiera escucharme-

Ante mi comentario, Peter empezó a reír como si le hubiera contado el mejor chiste de la historia. Tenía la atención de todos los presentes.

Peter:Que graciosa sos, mi amor -dijo con una maléfica sonrisa-

Euge:Silencio ya que empieza esto

En la televisión se escuchaba como sobaban los cuartos y la cámara enfocó rápidamente al reloj.

Empezaron a sonar las campanadas y comenzamos a comernos las uvas, ayudándonos con la voz de los que las presentaban este año. Una vez comidas las doce uvas y cantadas las doce campanadas, todo el mundo celebraba, tanto en la tele como en nuestro living.

Lali:¡Feliz añ...

Fui a felicitar el nuevo año con mis ammigos cuando unos labios me interrumpieron posándose en los míos, y no tuve tiempo a nada más que seguir el beso.

Muchos hemos deseado alguna vez un beso a las doce de la madrugada del último día del año, un beso de esa persona especial.

Es obvio que si hace un mes me hubieran dicho que a quien besaría esta noche era el mismísimo Peter de hace unos años me hubiera reído.

No entendía la razón de Peter para chaparme, sí, éramos "novios" pero, ¿era necesario ilusionarme, y hacerme rozar el cielo con la punta de los dedos y provocar que me estremeciera con un beso, solo para hacer creíble una mentira que se nos estaba yendo de las manos?

Lali:¿Qué haces? -pregunté una vez separados-

Peter:Actuar, aunque también una pequeña venganza por lo de antes -sonrió-

Lali:A mí no me engañas, lo tuyo ya son excusas para chaparme -dije riendo-

Fue a contestar pero Euge le interrumpió.

Euge:Bueno, yo ya me voy a preparar la valija y a dormir, recuerden que a primera hora por la mañana nos tenemos que ir -dijo advirtiéndonos con el dedo-

Tengo que reconocer que a pesar del reencuentro con el boludo éste han sido unos días increíbles, y tener que regresar a la vida normal después de toda esta locura, hacía que mi pereza despertara.

Afortunadamente, aún me quedaban siete días de vacaciones y la boda de Euge, que estaba deseando que llegara.

Imité a mi amiga, y me despedí de todos, me fui a prepararlo todo para después irme a dormir.

Podíamos parecer unos aburridos por irnos a estas horas a dormir en fin de años, pero prefería irme a dormir y no tener unas ojeras hasta el suelo, antes que quedarme hasta las tantas, ya que nos teníamos que despertar pronto porque teníamos que abandonar la casa muy pronto.



***


Al día siguiente, después de despertarnos y despedirnos, no nos dio tiempo para mucho más que quedar para ayudar a mi amiga, comprar el vestido de novia, y recordarle a Peter lo de nuestros respectivos trajes.

Me encontraba saliendo de mi ático, para encontrarme con Euge en la preciosa pastelería de la esquina que adorábamos. La dueña nos conocía y le comentó a Euge que sería un gran honor para ella preparar el pastel nupcial.

Xxx:¿Tenes alguna idea en mente de cómo queres la torta? -hizo una pequeña pausa- ¿El color o la forma? -preguntó la simpática anciana, hablando del pastel-

Euge:Lo que tengo claro, es que tiene que ser rosa

Ya iba a empezar con su manía por ese maldito color.

Euge siguió explicando detalladamente a Hope, la dueña de la pastelería, como quería que fuera el pastel. Pero mi mente se encontraba pensando en otra cosa, mejor dicho, en otra persona, y por casualidad del destino esa persona entraba en ese momento por la puerta de la pastelería.

Peter acababa de entrar al local con una rubia. Él aún no se había percatado de nuestra presencia. Era obvio que su linda acompañante era más importante que lo que hicieran los demás clientes.

Euge:Culo, sentate por favor, necesito que me ayudes a elegir una torta. Son todos preciosos, pero eso no es lo más importante, así que... ¡Hay que probarlos! -dijo feliz-

Me senté de manera que seguía viendo a la feliz pareja. Me metí un trozo de pastel en la boca y empecé a masticarlo, hasta que vi cómo la rubia piernas largas y James empezaron a chaparme.

Noté que me atragantaba y me levanté de golpe, haciendo un fuerte estruendo con la silla, pensando que así podría respirar mejor, ya que me estaba ahogando, pero al levantarme tan bruscamente, tiré con la mano el plato y el pastel, y, por desgracia, cayó en mis pantalones negros. Mi amiga se levantó para darme un vaso de agua, pero seguía tosiendo y el vaso cayó al suelo rompiéndose en pedazos.

Todo lo demás pasó muy rápido; intenté caminar hacia el mostrador para pedir disculpas, pero resbalé con el agua. Estaba segura de que caería al suelo pero unos brazos me sujetaron antes de que ocurriera.

Peter:¿Te dejo sola un día y casi le destrozas el negocio a esta pobre señora? -preguntó con una sonrisa-

Lali:¿Te dejo solo un día y te chapas con la primera que te sonríe? -pregunté muy molesta-

Peter:¡Estás celosa! -exclamó riendo-

Lali:¿Vos sos idiota?

Peter:Yo seré lo que vos quieras cariño, pero vos estás celosa -dijo esbozando una sonrisa burlona-

Lali:No sé ni para qué pregunto, es bastante obvio que sos idiota -dije soltandome de su agarre y miré a Euge que estaba atenta al celular-

Aproveché que Peter fue reclamado por la rubia sin nombre, y pedí disculpas por las molestias ocasionadas y me empeñé a pagar todo lo que había roto o dañado.

Euge:Che Peter -lo llamó y luego me miró para comprobar que la estaba escuchando-Era Viky, me dijo que ya pueden ir a la tienda a comprar tu traje -dijo dirigiéndose a Peter- Seguiré yo con esto sola, cuando vaya a por el vestido te mando un Whatsapp -dijo ahora hablando conmigo y asentí-

***

Antes de ir a por el traje, pasamos por mi apartamento para cambiarme de jeans.

Como nos dijo Euge, fuimos a comprar su traje. Tenía que reconocer que eso no fue bueno para mi salud mental.

Si Peter Lanzani estaba bueno vestido con ropa de calle, imagínenselo con traje y corbata, me faltó muy poco para haberle arrancado la ropa y cogermelo allí mismo.

Mientras se estaba cambiando, me llegó un mensaje de mi amiga diciéndome que me esperaba en la puerta de la tienda para ver los vestidos de novia.

Lali:Peter -dije desde fuera del probador- Me acaba de llegar un whatsapp de Euge, dice que ya está en la tienda, luego nos vemos

Peter:Dale, yo tengo que pasar a mi casa a dejar el traje, quedamos en la tienda

Me despedí y me encaminé a la tienda de vestidos de novia. Y allí estaba mi amiga.

Lali:Lo siento por lo de antes, es que no lo banco -dije por lo sucedido anteriormente en la pastelería-

Euge:Hola, ¿qué tal? ¿Cómo te fue con los preparativos? Bien, ¿Y a vos con el traje de Peter?  -dijo irónica y reí- ¿Por qué siempre tenes que hablar de él antes de saludarme?

Lali:Lo siento

Euge:No pasa nada, entremos mejor

Llevábamos un rato, y Euge se estaba probando un vestido precioso. Tenía un escote en la espalda que asustaba de lo perfecto que era.

Mientras se probaba su vestido me dio por mirar una coleción que había en una de las paredes de la tienda. Encontré un vestido perfecto; escote de corazón, corsé hasta casi la cadera y después caía en cascada. 

Realmente no sabía cómo definirlo, pero me enamoré inmediatamente de él, era una pena que yo no me casaba y no podría llevarlo.




Euge:¡Wow! -dijo llegando- Es precioso, probatelo, seguro que te queda perfecto

Me giré para ver cómo le quedaba el vestido a mi amiga.

Lali:Lo que es perfecto es ese vestido puesto en vos, parece que está diseñado para que vos lo lleves -dije mirándola de arriba abajo-

Euge:Sí, sí, pero no me cambies de tema, ve a probarte ese vestido ¡Ya! -dijo mientras me empujaba hacia dentro del probador-

Le hice caso y me probé el vestido, sinceramente, tenía muchas ganas de hacerlo.

Salí sin mirarme al espejo, ya que antes de nada quería la opinión de mi amiga.

Al mirar hacia el sillón que había para esperar, encontré a mi amiga sonriendo más de lo normal y con un brillo único en los ojos, pero no solo estaba ella. A su lado, encontré a un Peter tan perplejo que se había olvidado de cerrar la boca. 

Esbocé una sonrisa, una pena no tener la cámara para así hacerle una foto a su cara y poder reírme de él.

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