miércoles, 27 de julio de 2016

26° NO ME OLVIDES ❤



   CAPITULO 26



Cuenta Peter

El beso se volvía más intenso con cada segundo que pasaba. Esto no estaba en mis planes, pero tampoco estaba en mis planes que ella me besara en la mejilla para agradecerme que la hubiera sacado a tiempo del edificio.

La palma de su mano derecha, acariciaba mi mejilla, bajaba por mi nuca y volvía a hacer el mismo recorrido, mientras la izquierda se encontraba en mi hombro, como sirviendo de apoyo para elevarse y llegar a mi labios, debido a nuestra diferencia de altura.

Mis manos bajaron por su espalda hasta colocarse en su cola. Entramos a su casa sin abandonar esta posición, ya que no fueron más de tres pasos los que nos separaban del interior del ático. Cerré la puerta con el pie y la empotré contra ella.

Lali:Para -sentenció- Creo que es mejor no hacer esto -dijo mirándome a los ojos-

Peter:Necesitamos hacer esto y lo sabes -respondí, pensando que si no hacíamos esto ahora, nunca se acabaría la tensión que había siempre entre nosotros- Además, no pienso dejarte ir ahora que te tengo entre mis brazos

Lali:Ni yo quiero que lo hagas, acabemos con esto -dijo antes de que sus brazos subieran hasta rodear mí cuello y pegara un pequeño salto para rodear mi cadera con sus cortas piernas-


***

La senté en la encimera mientras nos besábamos, estiré del borde de mi sudadera, la subí por sus brazos y se la quité, lanzándola por los aires y
cayendo en alguna parte del loft.

Cruzó los pies, para acercar más nuestras entrepiernas. Gimió al notar lo que provocaba en mí, y le dediqué una sonrisa de lado.

Peter:Sin sentimientos

Lali:¿Cuándo he tenido sentimientos hacia vos? -preguntó sonriendo más de lo que me hubiera gustado para estar hablando sobre nuestros sentimientos-

Peter:No me hagas hablar -repliqué-

Lali:No, mejor te hago gemir -me dijo al oído provocándome miles de sensaciones-

Esas palabras me habían calentado bastante, quería acabar ya con esto, si no, explotaría.

Le bajé los jeans dejándola solo con una remera ancha y unas bragas de encaje. 

Cuando fui a quitarle la remera se negó mordiéndose el labio y se acercó a mi oído.

Lali:Esto no es justo -dijo señalándonos y fruncí el ceño- Vos llevas demasiada ropa y yo muy poca -dijo ronroneando-

Peter:Quítamela vos -respondí arrastrando las palabras-

Y eso hizo, lentamente deslizó su mano, metiéndola por dentro de mi remera, acariciando mi abdomen de arriba abajo antes de quitarme la remera.

Nos volvimos a besar, hacía mucho tiempo que nuestras lenguas no batallaban por salir victoriosas ante la otra.

Me quité los zapatos con el pie contrario mientras Lali se entretenía en desabrochar el botón de mis jeans, pero no a bajarlos.

Lali:Vamos a la cama -murmuró en el hueco de mi cuello, haciéndome estremecer por el roce de su respiración en mi cuello-

Peter:Aca es más divertido -dije entrecortado- ¿Cuantas veces lo has hecho en la encimera?

Lali:No quieras saberlo -respondió empujándome y bajando de la encimera para empezar a subir las escaleras que llevaban a la cama-

Peter:Si quiero saberlo -dije cogiéndola de la cintura, en el último escalón y pegándola a mi torso desnudo-

Lali:Cállate y bésame, pesado -dijo girándose y comenzando a besarme-

Subimos el último escalón, caminamos hasta la cama y caímos encima en ella, mientras seguíamos besándonos.

Ahora sí, me bajé los jeans, los cuales me estorbaban de una manera sobrenatural, para ser sincero, todo lo que se interpusiera ahora mismo entre Lali y yo, me estorbaba.

Ella pasaba sus suaves manos por mi torso, mientras nos besábamos y yo acariciaba su abdomen y subía hacia sus pechos, que como había intuido, estaban desnudos. 

Le quité la remera, y ahora sí que sus pechos estaban completamente desnudos.

Nos deshicimos de nuestra ropa interior, quedando totalmente desnudos. Busqué un preservativo del bolsillo de mi pantalón y, sin más, entré lentamente en ella.

Le besaba el cuello e iba bajando hasta el abdomen, al mismo tiempo que le embestía. Cuando llegaba a sus pechos, los acariciaba y pellizcaba, haciendo a Lali gemir mi nombre.

Lo hacíamos lentamente, pero poniéndole toda la pasión posible, sabiendo que cuando esto acabaran, todo se acabaría, ya que los dos teníamos lo que ambos queríamos del otro.

Aceleraba mis embestidas a medida que iba notando que estábamos a punto de llegar al clímax, pero sin ir muy rápido. 

Lali colocó sus manos en mis hombros, y las deslizo por mi espalda para impulsarse hacia delante y llegar a mi oído para jadear un: Más rápido 

Aceleré mis embestidas, al mismo tiempo que ella movía sus caderas. Me estaba volviendo loco. No podía permitir que esta fuera mi primera y última vez con ella.

Sus uñas se aferraron a mi espalda, sentía un placentero dolor al sentirlas clavarse en mi piel.

Segundos después, ambos llegamos al clímax y gritamos el nombre del otro antes de caer en el cómodo colchón sudando y jadeando.



***

Escuché la melodía de un celular que me era bastante conocida, supongo que era una de las canciones que se llevaban este año.

Sentí que alguien se movía a mi espalda para apagar lo que debía ser una alarma y que se volvía a acomodar en la cama.

Abrí los ojos y por culpa de la maldita persiana que estaba subida, toda la luz fue a parar a mis ojos, así que los cerré de inmediato.

Peter:¿De dónde viene esa manía tuya de dejar siempre la persiana subida? -pregunté girándome hacia el lado en el que estaba Lali durmiendo-

Noté como dejaba de respirar por un momento y se giró a mirarme, quedando colocada lateralmente mirándome.

Lali:¿Se puede saber qué haces en mi casa? -preguntó con el ceño fruncido-

Peter:Anoche estuvimos juntos -dije con obviedad- Tu alzhéimer me preocupa y mucho

Lali:Tarado -me golpeó el hombro- Dijimos sin sentimientos, andate de mi casa

Peter:Si no me fui, fue porque pensaba que te pondrías como loca si no me veías a tu lado -aclaré- Dijimos sin sentimientos, pero si no hubiera estado aca, me hubieras reclamado el sentirte como una cualquiera

Lali:Cállate ya y andate -ordenó mientras se volvía a tumbar como estaba antes- Me tengo que preparar para irme a laburar, y vos también

Peter:¿Nos duchamos juntos? -metí mi mano por dentro de las sabanas y la posé en la cintura de Lali, y a continuación, hice un recorrido con mis dedos desde sus pechos hasta el inicio de sus caderas- Digo, para ahorrar agua

Lali:Nos pagan lo suficiente para no tener que ahorrar agua y poder ducharnos cada uno en nuestra casa

Peter:Aburrida -musité ganándome una fulminante mirada de parte de la morocha-

Lali:Fueraaaa -dijo alargando la "a" ya cansada de tenerme en su casa-

Peter:Pero si te encanta tenerme aquí, solo que te haces la difícil, ¿y sabes algo? -se giró para no darme la espalda y alzó una ceja- Me encanta cuando lo haces -le giñé un ojo esbozando una sonrisa de lado-

Lali:A mí me encantará cuando te vea desaparecer por la puerta de mi casa -me dijo con una sonrisa-


***

Estaba loca, pero también estaba muy buena, pero eso no compensaba lo loca que estaba, ni lo bipolar que era. 

Le había gustado más echarme ella misma de su casa que si fuera yo el que me hubiera ido por mi propio pie.



***

Habían pasado días desde que Lali me había echado a patadas de su apartamento y no habíamos cruzado más que unas pocas palabras en el trabajo.

Ahora era cuando me arrepentía de haberle dicho que esto se acababa aquí, que después de estar juntos todo lo que teníamos se acabaría. 

No pensaba lo que estaba diciendo, era totalmente falso, yo la quería tener a mi lado para hacerla enojar, para verla sonreír y para seguir sintiendo todas
esas cosas que sienten los que sufren el enamoramiento, o como lo llamo yo estupidez crónica algo que obviamente yo no sufría, pero sí que sentía esas estúpidas cosas que se llaman sentimientos y por una vez quería seguir conservándolos.

Eran las diez de la noche y yo no dejaba de pensar en este asunto, solo me faltaba el bote de helado para simular a la típica mina que había sufrido de desamor en las películas.

De repente todo se apagó, la televisión y las luces de toda la habitación dejaron de funcionar y toda la casa se quedó totalmente a oscuras.

Escuché como alguien golpeaba la puerta con la intención de llamar, cogí el celular de la encimera y encendí la linterna para dirigirme a la puerta.

Lali se encontraba del otro lado de la puerta envuelta en una manta y, los ojos llorosos pero sin soltar ninguna lágrima.

Lali:¿Me puedo quedar un rato? -preguntó-

Peter:Obvio, pasa -me hice a un lado y frunci el ceño extrañado-


***

Llevábamos ya una hora sin luz, una hora que se había pasado volando entre insinuaciones (de mi parte, hacia ella), risas y pavadas.

Peter:¿Me vas a decir el por qué de venir a esta hora a mi casa casi llorando? -pregunté cortando el buen rollo que había en el living-

Lali:No estaba casi llorando -aclaró- además, ¿no puedo venir a visitar a mi vecino? -alcé las cejas negando con la cabeza y bufó rendida- No te rías, ¿ok? -asentí haciéndole saber que no me iba a reír- Me da miedo la oscuridad -confesó-

En joda, comencé a reír a carcajadas, pero ella, no se lo tomó como joda.

Lali bajó la mirada y se dirigió a la puerta para irse por haber faltado a mi promesa.

Corrí detrás de ella, hasta cogerla por la cintura y acercarme a su oído.

Peter:Lo siento, era una jodita, perdóname -me disculpé y acaricié su mejilla con mi nariz- Quédate aquí a dormir, conmigo



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26° NO ME OLVIDES ❤



   CAPITULO 26



Cuenta Peter

El beso se volvía más intenso con cada segundo que pasaba. Esto no estaba en mis planes, pero tampoco estaba en mis planes que ella me besara en la mejilla para agradecerme que la hubiera sacado a tiempo del edificio.

La palma de su mano derecha, acariciaba mi mejilla, bajaba por mi nuca y volvía a hacer el mismo recorrido, mientras la izquierda se encontraba en mi hombro, como sirviendo de apoyo para elevarse y llegar a mi labios, debido a nuestra diferencia de altura.

Mis manos bajaron por su espalda hasta colocarse en su cola. Entramos a su casa sin abandonar esta posición, ya que no fueron más de tres pasos los que nos separaban del interior del ático. Cerré la puerta con el pie y la empotré contra ella.

Lali:Para -sentenció- Creo que es mejor no hacer esto -dijo mirándome a los ojos-

Peter:Necesitamos hacer esto y lo sabes -respondí, pensando que si no hacíamos esto ahora, nunca se acabaría la tensión que había siempre entre nosotros- Además, no pienso dejarte ir ahora que te tengo entre mis brazos

Lali:Ni yo quiero que lo hagas, acabemos con esto -dijo antes de que sus brazos subieran hasta rodear mí cuello y pegara un pequeño salto para rodear mi cadera con sus cortas piernas-


***

La senté en la encimera mientras nos besábamos, estiré del borde de mi sudadera, la subí por sus brazos y se la quité, lanzándola por los aires y
cayendo en alguna parte del loft.

Cruzó los pies, para acercar más nuestras entrepiernas. Gimió al notar lo que provocaba en mí, y le dediqué una sonrisa de lado.

Peter:Sin sentimientos

Lali:¿Cuándo he tenido sentimientos hacia vos? -preguntó sonriendo más de lo que me hubiera gustado para estar hablando sobre nuestros sentimientos-

Peter:No me hagas hablar -repliqué-

Lali:No, mejor te hago gemir -me dijo al oído provocándome miles de sensaciones-

Esas palabras me habían calentado bastante, quería acabar ya con esto, si no, explotaría.

Le bajé los jeans dejándola solo con una remera ancha y unas bragas de encaje. 

Cuando fui a quitarle la remera se negó mordiéndose el labio y se acercó a mi oído.

Lali:Esto no es justo -dijo señalándonos y fruncí el ceño- Vos llevas demasiada ropa y yo muy poca -dijo ronroneando-

Peter:Quítamela vos -respondí arrastrando las palabras-

Y eso hizo, lentamente deslizó su mano, metiéndola por dentro de mi remera, acariciando mi abdomen de arriba abajo antes de quitarme la remera.

Nos volvimos a besar, hacía mucho tiempo que nuestras lenguas no batallaban por salir victoriosas ante la otra.

Me quité los zapatos con el pie contrario mientras Lali se entretenía en desabrochar el botón de mis jeans, pero no a bajarlos.

Lali:Vamos a la cama -murmuró en el hueco de mi cuello, haciéndome estremecer por el roce de su respiración en mi cuello-

Peter:Aca es más divertido -dije entrecortado- ¿Cuantas veces lo has hecho en la encimera?

Lali:No quieras saberlo -respondió empujándome y bajando de la encimera para empezar a subir las escaleras que llevaban a la cama-

Peter:Si quiero saberlo -dije cogiéndola de la cintura, en el último escalón y pegándola a mi torso desnudo-

Lali:Cállate y bésame, pesado -dijo girándose y comenzando a besarme-

Subimos el último escalón, caminamos hasta la cama y caímos encima en ella, mientras seguíamos besándonos.

Ahora sí, me bajé los jeans, los cuales me estorbaban de una manera sobrenatural, para ser sincero, todo lo que se interpusiera ahora mismo entre Lali y yo, me estorbaba.

Ella pasaba sus suaves manos por mi torso, mientras nos besábamos y yo acariciaba su abdomen y subía hacia sus pechos, que como había intuido, estaban desnudos. 

Le quité la remera, y ahora sí que sus pechos estaban completamente desnudos.

Nos deshicimos de nuestra ropa interior, quedando totalmente desnudos. Busqué un preservativo del bolsillo de mi pantalón y, sin más, entré lentamente en ella.

Le besaba el cuello e iba bajando hasta el abdomen, al mismo tiempo que le embestía. Cuando llegaba a sus pechos, los acariciaba y pellizcaba, haciendo a Lali gemir mi nombre.

Lo hacíamos lentamente, pero poniéndole toda la pasión posible, sabiendo que cuando esto acabaran, todo se acabaría, ya que los dos teníamos lo que ambos queríamos del otro.

Aceleraba mis embestidas a medida que iba notando que estábamos a punto de llegar al clímax, pero sin ir muy rápido. 

Lali colocó sus manos en mis hombros, y las deslizo por mi espalda para impulsarse hacia delante y llegar a mi oído para jadear un: Más rápido 

Aceleré mis embestidas, al mismo tiempo que ella movía sus caderas. Me estaba volviendo loco. No podía permitir que esta fuera mi primera y última vez con ella.

Sus uñas se aferraron a mi espalda, sentía un placentero dolor al sentirlas clavarse en mi piel.

Segundos después, ambos llegamos al clímax y gritamos el nombre del otro antes de caer en el cómodo colchón sudando y jadeando.



***

Escuché la melodía de un celular que me era bastante conocida, supongo que era una de las canciones que se llevaban este año.

Sentí que alguien se movía a mi espalda para apagar lo que debía ser una alarma y que se volvía a acomodar en la cama.

Abrí los ojos y por culpa de la maldita persiana que estaba subida, toda la luz fue a parar a mis ojos, así que los cerré de inmediato.

Peter:¿De dónde viene esa manía tuya de dejar siempre la persiana subida? -pregunté girándome hacia el lado en el que estaba Lali durmiendo-

Noté como dejaba de respirar por un momento y se giró a mirarme, quedando colocada lateralmente mirándome.

Lali:¿Se puede saber qué haces en mi casa? -preguntó con el ceño fruncido-

Peter:Anoche estuvimos juntos -dije con obviedad- Tu alzhéimer me preocupa y mucho

Lali:Tarado -me golpeó el hombro- Dijimos sin sentimientos, andate de mi casa

Peter:Si no me fui, fue porque pensaba que te pondrías como loca si no me veías a tu lado -aclaré- Dijimos sin sentimientos, pero si no hubiera estado aca, me hubieras reclamado el sentirte como una cualquiera

Lali:Cállate ya y andate -ordenó mientras se volvía a tumbar como estaba antes- Me tengo que preparar para irme a laburar, y vos también

Peter:¿Nos duchamos juntos? -metí mi mano por dentro de las sabanas y la posé en la cintura de Lali, y a continuación, hice un recorrido con mis dedos desde sus pechos hasta el inicio de sus caderas- Digo, para ahorrar agua

Lali:Nos pagan lo suficiente para no tener que ahorrar agua y poder ducharnos cada uno en nuestra casa

Peter:Aburrida -musité ganándome una fulminante mirada de parte de la morocha-

Lali:Fueraaaa -dijo alargando la "a" ya cansada de tenerme en su casa-

Peter:Pero si te encanta tenerme aquí, solo que te haces la difícil, ¿y sabes algo? -se giró para no darme la espalda y alzó una ceja- Me encanta cuando lo haces -le giñé un ojo esbozando una sonrisa de lado-

Lali:A mí me encantará cuando te vea desaparecer por la puerta de mi casa -me dijo con una sonrisa-


***

Estaba loca, pero también estaba muy buena, pero eso no compensaba lo loca que estaba, ni lo bipolar que era. 

Le había gustado más echarme ella misma de su casa que si fuera yo el que me hubiera ido por mi propio pie.



***

Habían pasado días desde que Lali me había echado a patadas de su apartamento y no habíamos cruzado más que unas pocas palabras en el trabajo.

Ahora era cuando me arrepentía de haberle dicho que esto se acababa aquí, que después de estar juntos todo lo que teníamos se acabaría. 

No pensaba lo que estaba diciendo, era totalmente falso, yo la quería tener a mi lado para hacerla enojar, para verla sonreír y para seguir sintiendo todas
esas cosas que sienten los que sufren el enamoramiento, o como lo llamo yo estupidez crónica algo que obviamente yo no sufría, pero sí que sentía esas estúpidas cosas que se llaman sentimientos y por una vez quería seguir conservándolos.

Eran las diez de la noche y yo no dejaba de pensar en este asunto, solo me faltaba el bote de helado para simular a la típica mina que había sufrido de desamor en las películas.

De repente todo se apagó, la televisión y las luces de toda la habitación dejaron de funcionar y toda la casa se quedó totalmente a oscuras.

Escuché como alguien golpeaba la puerta con la intención de llamar, cogí el celular de la encimera y encendí la linterna para dirigirme a la puerta.

Lali se encontraba del otro lado de la puerta envuelta en una manta y, los ojos llorosos pero sin soltar ninguna lágrima.

Lali:¿Me puedo quedar un rato? -preguntó-

Peter:Obvio, pasa -me hice a un lado y frunci el ceño extrañado-


***

Llevábamos ya una hora sin luz, una hora que se había pasado volando entre insinuaciones (de mi parte, hacia ella), risas y pavadas.

Peter:¿Me vas a decir el por qué de venir a esta hora a mi casa casi llorando? -pregunté cortando el buen rollo que había en el living-

Lali:No estaba casi llorando -aclaró- además, ¿no puedo venir a visitar a mi vecino? -alcé las cejas negando con la cabeza y bufó rendida- No te rías, ¿ok? -asentí haciéndole saber que no me iba a reír- Me da miedo la oscuridad -confesó-

En joda, comencé a reír a carcajadas, pero ella, no se lo tomó como joda.

Lali bajó la mirada y se dirigió a la puerta para irse por haber faltado a mi promesa.

Corrí detrás de ella, hasta cogerla por la cintura y acercarme a su oído.

Peter:Lo siento, era una jodita, perdóname -me disculpé y acaricié su mejilla con mi nariz- Quédate aquí a dormir, conmigo



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viernes, 22 de julio de 2016

25° NO ME OLVIDES ❤




   CAPITULO 25




Cuenta Lali

Lali:¿Cómo que vecinos? -pregunté por segunda vez-

Peter:Vecino -dijo sacando su móvil del bolsillo y buscó algo en Google- Persona que vive en el mismo edificio que otra, pero en diferente vivienda -leyó y me miró sonriendo- Pero si querés, podemos mantener algo más que una simple relación de vecinos -dijo guiñándome un ojo-

Lali:¿Sos idiota? No soy tarada boludo, se la definición de la palabra vecino -dije molesta por la situación-

Nico:Chicos... -dijo murmurando por lo bajo-

Lali:Seguro que haces esto solo para molestarme -dije matándolo con la mirada-

Peter:El mundo no gira a tú alrededor pendeja, a ver si te enteras -dijo a mi acusación. Nuestras miradas se encontraban en combate una contra la
otra-

Nico:Jovencito -dijo mirando Peter y haciendo que éste retirara su mirada y la mía se diera por ganadora- ¿Cuento con vos para comprarme el piso? -preguntó dándole la mano para cerrar el trato-


Peter:Sí obvio -dijo estrechándole la mano de vuelta, mientras me miraba por el rabillo del ojo-


***

Después de aquello, Peter, me comentó que volvería al laburo para pedir una hora libre y poder irse a firmar el contrato y llamar a la mudanza. Era un gran idiota, el primer día y ya se estaba pidiendo horas libres.

Yo me había pedido medio día libre para ir a recoger a Bigotes a casa de Agustín, un amigo del instituto con el que seguía teniendo contacto, y que había insistido en quedárselo cuando le dije que me iba a la nieve y que era un lugar muy frío para llevarlo tan pequeño.

Bigotes era mi pequeño gato suicida, no se tomen esto último muy enserio, pero cuando vi la serpiente de mi vecino en mi casa, y a mi gato intentando tirarse de la encimera para jugar con ella, lo creí muerto.

Mientras recogía el desastre de mi living, pensaba en las palabras de Agus. Tenía que pedirle a alguien que fuera mi pareja, no podía presentarme a una boda sola, no era de guiarme por las modas ni por las influencias pero, estarían todos mis amigos del instituto y estaba segura de que Peter, sería el primero que se burlaría si apareciera sola, mientras que el llevaría a la tía más rubia, más linda y más cheta que pudiera encontrar.



***

Venía de hacer la compra, cuando me encontré con Peter, en la ahora puerta de su nueva casa, suponía que estaba esperando que le subieran algún mueble.
Lo saludé con la cabeza e iba a seguir con mi camino cuando me detuvo.

Peter:Lali, ¿queres pasar? -preguntó mordiéndose el labio-

Lali:Dale -dije dejando las cosas en la puerta de casa y dirigiéndome a la suya-

Cuando fui a entrar, no se apartó del borde de la puerta donde se encontraba recostado, me lo quedé mirado para que se apartara, pero lo único que hizo fue un gesto con las manos indicándome que entrara. Pasé entre su torso y el marco de la puerta, mi hombro se apretaba contra su torso y noté su duro y trabajado abdomen. 

Concéntrate Lali. Pensé.

Tenía la misma forma que mi ático solo que con otra distribución, habían dejado algunas paredes en blanco, pero otras las habían pintado de rojo, decorado con muebles blancos y negros, dándole al loft un toque masculino inigualable.

Lali:Es muy lindo -alagué girandome a tiempo para ver su preciosa sonrisa-

Peter:Gracias, lo he diseñado yo, llevo tiempo buscando piso y ya tenía muy claro como quería distribuirlo, solo me faltaban las medidas y poco más -explicó- Mi pequeño santuario tiene que ser especial.

Lali:¿Santuario? Dirás picadero, a saber a cuantas minas te has cogido en esa cama -señalé la cama que estaban intentando encajar por la puerta-

Peter:Te equivocas, por esta cama no ha pasado ni una mina, lo hacemos en el suelo, en el sofá, en el baño o en el auto, pero en mi cama jamás, es una regla que tengo, la cama implica sentimientos, o quedarse a dormir, que indica lo mismo. Si alguna vez duermo con una mina, nuestro caso no cuenta ya que era una farsa, es especial, si duermo o me acuesto con ella en mi sagrada cama, se puede sentirse afortunada -explicó-

Lali:Wow, no me lo esperaba de vos, pensé que te era indiferente mientras te acostaras con ella, y al día siguiente cuando despertaran , la mandarías a su casita con una mano delante y otra detrás, pero veo que sos mucho peor -dije mirando la cocina, demasiado bonita para no ser utilizada-

Peter:Y si nena, mucho peor -me dijo lentamente al oído cogiéndome por la cintura desde atrás-

Lali:Demasiado bonita la cocina para un desastre de cocinero como vos ¿no? -le dije también al oído, provocando que me soltara y se alejara de mí, enojado-

Peter:Para tu información, pienso aprender a cocinar -confesó mientras yo andaba hacia la puerta-

Lali:Intenta no quemar nada -le advertí riendo-

Peter:No soy tan boludo -respondió molesto-

Lali:Sí dale, lo que vos digas -ironicé riendo-


***

Xxx:¡Lali! -escuché gritar a lo lejos- ¡Lali abrí la maldita puerta!

Lali:¿Peter?

Ya aparecía hasta en mis sueños.

Peter:¡Lali! -volvieron a gritar, pero esta vez me sonó más como una súplica-

Abrí los ojos, cuando, minutos después escuché el timbre. ¿No estaba soñando? 

¿Qué quería Peter a las... ~miré el móvil~ 01:30 am?

Me levanté de la cama intentando no incordiar a Bigotes que dormía al otro lado de la cama, bajé las escaleras y me dirigí a abrir la puerta.

Peter suspiró en cuanto me vio, llevaba el pelo alborotado, como si hubiese pasado la mano por este, más de unas cuantas veces y debo admitir que así se veía endemoniadamente sexy.

Lali:¿Peter? ¿Qué haces...

Peter:Anda a buscar al gato, coge el celular y vení rápido -ordenó interrumpiéndome-

Subí escaleras arriba como alma que lleva el diablo, cogí el iPhone de la mesita de noche y a Bigotes de encima de la cama y salí corriendo escaleras abajo. 

Cuando bajé, Peter me esperaba con las llaves de casa en la mano, me obligó a salir y comenzamos a correr escaleras abajo las siete plantas del edificio.

Lali:¿Me podes explicar que pasa? -pregunté hiperventilando cuando llegamos a la calle-

Peter:He quemado la cocina -dijo timido-Intentaba sacarte antes de que se activaran los aspersores de emergencia

Y como si los hubiera activado el mismo, se oyeron la sirena de incendio del edificio, y vieron el agua caer por los anti-incendios del vestíbulo.

Lali:Gracias -agradecí el favor, mi gato no le tenía mucho aprecio al agua- A todos se nos ha quemado algo en la cocina -sonrió levemente-

Estaba gritandome los brazos con mis manos intentando darme algo de calor, estábamos a mediados de junio y yo iba en tirantes. Peter se quitó la sudadera y me la tendió.

Peter:Toma, no quiero que cuando estemos juntos, sea estando resfriada -dijo poniendo una sonrisa de lado-

La gente comenzó a bajar de sus pisos.

Lali:No voy a estar con vos -dije negando sus palabras anteriores- No quiero que seas vos el que enferme -le devolví la sudadera-

Peter:Viendo que no necesitas ropa, o te la pones o te llevo a mi casa y te desvisto yo mismo, y da por hecho que lo haré, tengo bastantes ganas de hacerlo desde hace tiempo -dijo mirándome de arriba a abajo-

Lali:¿Esa casa que está en llamas, y a la que no me podes llevar? -pregunté divertída y me fulminó con la mirada, le di al gato y me puse la sudadera- ¿Contento?

Peter:Mucho -sonrió-


***

Lali:Gracias, por quincuagésima vez

Peter:No hay de que, vos me advertiste y no te hice caso -dijo sonriendo. Fui a quitarme la sudadera para dársela pero me frenó- No, ya me la devolverás, aca aun hace frió

Lali:Gracias -volví a agradecer sonriendo-

Abrí la puerta de mi piso y dejédejé entrar a Bigotes, yo, en cambio, volví a la posición en la que estaba con Peter, uno frente al otro delante de la puerta de mi casa.

Le di un beso en la mejilla por todo lo que había hecho por mí y se quedó sorprendido, cuando fui a entrar en mi casa, me cogió del brazo, me dio la vuelta y me besó, y no precisamente en la mejilla.

lunes, 18 de julio de 2016

24° NO ME OLVIDES ❤



   CAPITULO 24



Cuenta Peter

Me quité a Mercedes de encima y fui detrás de Lali. No sabía el por qué, ni tampoco sabía el qué iba a solucionar yendo a buscarla, pero algo me decía que le debía una explicación.

Peter:¡Pará! -grité corriendo detrás de Lali-

Lali:¿Qué queres? -preguntó girándose-

Habíamos llegado a su despacho y se había puesto a recoger. Al decir estas palabras, se giró y dejó de recoger sus cosas, para encararme.

Peter:Explicarte lo de recien, yo no... osea si, pero ella se me abalanzó y vos y... -balbuceé nervioso obviando más palabras de las necesarias-

Lali:Peter, tengo prisa -dijo cerrando el maletín y emprendiendo la marcha hacia el ascensor-

Peter:¿No estas enojada? -pregunté frunciendo el ceño. Se giró y alzó una ceja-

Lali:¿Enojada? ¿Por qué debería estarlo? -preguntó con interés-

Peter:Bueno, vos y yo... nosotros...

Lali:¿Nosotros? Peter, no hay ningún nosotros y nunca lo habrá -dijo interrumpiéndome- Ah por cierto -dijo al recordar algo- Cuando te empeces a tomar
en serio este laburo, y dejes de estar con rubias con el cerebro de un pez, el historial de los clientes está en mi despacho... chau -se despidió y el ascensor se cerró, haciendo que no le pudiera contestar-

Escuché una melodía que me era muy conocida, saqué el móvil del bolsillo y miré quien me llamaba, Agus, un gran amigo del instituto que me estaba ayudando a encontrar apartamento desde hacía unos meses pero ninguno me acababa de convencer.

Llamada telefónica 

Peter:Agus man, ¿alguna novedad?

Agus:No man, nada por donde me pediste

Peter:Pues nada, gracias por seguir buscando a pesar de no encontrar nada, sabes que me haces un gran favor con esto. -dije sincero- Pero si no hay novedades, ¿Por qué me llamas? ¿Pasa algo? -pregunté algo preocupado-

Agus:No nada grave, solo quería saber si te gustaría asistir a mi boda

¿Se había puesto de moda casarse y no me había enterado?

Peter:¿Jodeme? ¿Posta que te casas?

Agus:Y si man, ya colgué el parche -dijo riendo y yo lo imité-

Peter:Pues allá estaré

Agus:¿Vendrás acompañado? -preguntó, y recordé a Lali, no iba a llevar a cualquiera a la boda de un amigo como Agus, pero Lali no accedería jamás a ir conmigo, ya que supongo que ella también estaría invitada-

Peter:No lo sé -respondí -Tengo que laburar, después te llamo y hablamos

Agus:Dale chau -dijo colgando la llamada-


Fin de la llamada



***

Llevaba como unas tres horas laburando y no tenía noticias de ella. ¿Cómo es que se había ido cuando solo llevábamos dos horas de jornada?

Volví a escuchar la melodía de mi tono de llamada. ¿Lali? Me pregunté cuando leí en la pantalla quien me llamaba.


Llamada telefónica 

Peter:¿Lali? -pregunté extrañado al aceptar la llamada-

Lali:Peter -sollozó- Tenes que venir a mi casa, rápido por favor -suplicó mientras seguía sollozando-

Peter:Lali -me puse de pie- ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? -pregunté nervioso-

Lali:Rápido por favor -dijo y colgó-


Fin de la llamada telefónica 


Cogí el celular, la campera y salí de la oficina. Me fui corriendo escaleras abajo, no había tiempo para coger el ascensor. 

Pasé corriendo por delante de la
recepcionista, me gritó algo que no llegué a entender, porque no disminuí mi paso en ningún momento.

Corría como si la vida me fuera en ello, Lali no lloraba por cualquier cosa, debía ser muy grave, me necesitaba, y eso era lo más importante.

Empujaba a gente que no tenía ninguna culpa, más que encontrarse en mi camino mientras corría. Divisé como se me quedaban mirando como si
estuviera loco; esto es argentina, esto es lo más normal que pasa por aca.

Pasé por un paso de cebra en rojo y agradecí que el auto frenó, porqué si no, no vivía para contarlo.

Llegué al edificio en el que vivía Lali, por suerte se encontraba relativamente cerca del buffet.

Subí corriendo siete pisos por las escaleras hasta llegar al ático. Pero al llegar, la puerta de la morocha estaba cerrada, mierda. Llamé innumerables
veces al timbre y aporreé la puerta unas cuantas veces más, pero nadie abrió. Me giré y me dirigí al piso de Hope, la vecina cotilla de Lali. Llamé al timbre varias veces.

Hope:Peter, otra vez vos por aca, ¿necesitas las llaves? -preguntó con una sonrisa y asentí, que bien me conocía ya-

Peter:Sí Hope, es urgente -me entregó las llaves y fui rápidamente a abrir la de Lali-

Hope:¿Le pasa algo a la señorita Lali? - preguntó preocupada, pero no le pude responder porqué la imagen que encontré dentro del piso me dejó estupefacto-

Lali sollozaba encima de la encimera a gatas, intentando coger una pequeña bola de pelo antes de que se tirara al suelo.

Peter:¿Qué pasó? -pregunté, no creía que Lali me llamara solo porque un gato intentaba suicidarse desde una encimera-

Lali:¡Peter! -exclamó sonriendo- Pensé que no vendrías -murmuró lo suficientemente alto para poder entender lo que decía-

Peter:¿Por qué me llamaste? -pregunté y Lali centró su vista en el suelo-

Miré donde me indicaba su mirada y vi algo moverse en mi dirección. Que mierda...

Peter:¡Mierda! -exclamé pegando un salto hacia atrás y cogiendo la lámpara de pie que había en la entrada, de la que aún no me había separado- ¿De dónde mierda sale esa serpiente? -pregunté asustado mientras intentaba evitar que la serpiente se acercara más a mí, propinando golpes en el
suelo para que retrocediera, y por ahora funcionaba- Ni que estuviéramos en la selva amazónica

Lali:¿Te crees que yo lo sé? ¡Ni que estuviera acostumbrada a esto! -dijo comenzando a llorar, ya con su gato en sus brazos, pero sin bajarse de la encimera-

Peter:No llores, por favor -le rogué. No podía verla llorar y no poder ir a consolarla-

Me subí al sofá cuando la serpiente se me acercó, pero seguía con la lámpara en la mano y haciendo lo mismo que antes.

Lali:Te ves tan ridículo -rió entre lágrimas-

Paré de golpear el suelo y me puse una mano en la cintura y la otra sujetando la lámpara.

Peter:¿A que me voy? Encima que vengo...¡Me ha estado a punto de atropellar un auto!

Lali:Lo siento -se disculpó- Era solo un comentario -dijo bajando la mirada a mis pies, sus ojos se abrieron y noté el pánico en su cara. Bajé la mirada, la serpiente estaba subiendo al sofá, no sé el cómo, pero lo hacía-

Peter:¡Ay mierda! -grité y volví a pegar un salto pero esta vez, bajando del sofá para dirigirme a una de las sillas del comedor, al ser un loft todos los espacios eran abierto y eso me facilitaba la huida-

Lali:¿Le tenes miedo a las serpientes? - preguntó buscando algo en uno de los armarios de la cocina-

Peter:No, pero no les tengo mucho cariño tampoco -respondí mirando a la serpiente-

¿Qué preguntas eran esas?

Peter:¿Qué buscas?

Lali:Algo que pueda usar para tapar a la serpiente, una caja o un bol muy grande, no sé

Peter:No creo que puedas atrapar a ese monstruo con un maldito bol

Lali:Pensa algo vos, listo -dijo mientras buscaba, ahora en el armario que había en la encimera que estaba sentada, y como se negaba a bajar, estaba boca abajo y mostrándome su bonito trasero. Hasta con una serpiente a punto de comerme, me quedaba embobado mirando su culo, iba a acabar mal- ¡La encontré! -exclamó girándose a enseñarme una caja de zapatos y me pilló mirándole el culo- ¿¡Me estabas mirando el culo!? -preguntó histérica-

Peter:Muchas veces me pillas mirándotelo y no dices nada

Lali:Sí, pero no cuando estamos en medio de una batalla contra una serpiente, estás en peligro y te pones a mirarme la cola, ¿en qué pensas? -preguntó retóricamente-

Peter:¿Ahora te preocupas por mí? -le pregunté con una sonrisa ladeada-

Lali:Obvio que me preocupo por vos idiota, me importas -confesó-

Peter:¿Cuál es el plan? -pregunté ignorando su anterior confesión y vi como sus ojos se apagaron-

Lali:Vos le entretenes mientras yo voy por detrás y le pongo la caja encima

Peter:Pero...

No me gustaba la idea de que fuera ella la que se pusiera en peligro.

Lali:Es la única opción -dijo antes de que pudiera decir lo que ambos estábamos pensando-

Peter:No creo que sea la única opción -dije y me fulminó con la mirada- Ok, tene cuidado

Seguí golpeando el suelo intentando que la serpiente no notara la presencia de Lali, algo que era bastante difícil debido al olfato que tenían, pero, se armó de coraje y se acercó más hasta tener a la serpiente en el sitio adecuado para encerrarla en la caja y así lo hizo. Bajé de la silla y dejé la lámpara en su sitio, mientras Lali seguía con el pie en la caja para poner peso.

Escuché el ascensor pero no le presté atención, hasta que vi a un hombre de unos 30 años entrando por la puerta del ático de Lali.

Xxx:Ay Lali, como lo siento -se disculpó con mirando a Lali-

Peter:¿Usted quién es? -pregunté dirigiéndome al hombre-

Xxx:Nicolás Vázquez, vecino de esta preciosa señorita y el dueño de la serpiente, siento las molestias -se volvió a disculpar después de presentarse- Nunca me ha pasado esto, debería haber estado en casa pero fui a hacer unos papeleos al ayuntamiento, me mudo a las afueras, no quiero causar más problemas con mis
animales, ya se han quejado muchas veces

¿Vendía el piso?

Peter:¿Vende el piso? -pregunté y noté la mirada de Lali sobre mí-

Nico:Sí, mañana pensaba ponerlo a la venta, ¿por qué?

Peter:Yo se lo compro -dije decidido-

Lali:¿¡Qué!? -preguntó boquiabierta-

Vecinos, esto sería divertido.

sábado, 2 de julio de 2016

23° NO ME OLVIDES ❤



   CAPITULO 23



Cuenta Peter

No sé por qué razón, pero aquí estaba, a punto de llamar al timbre de casa de Lali. ¿Qué por qué? No tenía ni la más mínima idea, pero creía deberle una por el desastre que le monté en su cocina con el desayuno el otro día, aunque se lo devolví invitándola a desayunar.

Pero olvidemos eso, no sé por qué estaba aca y menos con el desayuno, que acababa de comprar en el Starbucks de abajo. 

Me dejé de pensar y llamé al timbre.
¿Qué era lo peor que me podía hacer? ¿Tirarme el café encima?

Esperé unos minutos y al ver que no abría, volví a llamar, se escuchó un "Mierda, que ya voy" Ella y su buena educación.

Cuando abrió la puerta, no me dio tiempo ni a decir buen día porque me había cerrado la puerta en la cara. Por lo menos no me había tirado el café encima.

Volvía a llamar una vez más.

Lali:¡Andate a la mierda Pedro! -dijo desde dentro-

Peter:Traigo el desayuno -dije ignorando las bonitas palabras que me había dedicado-

Lali:¿Qué? -escuché que preguntaba confundida. Me la imaginaba con el ceño fruncido y para mi sorpresa fue exactamente así como estaba cuando abrió la puerta, sonreí levemente y me dejó pasar- ¿Por qué has venido? -preguntó y me encogí de hombros-

Peter:Ya te lo dije, traigo el desayuno -dije mostrándole la bolsa de papel que contenía dos cafés y una docena de medialunas-

Lali:¿Por qué? -preguntó-

¿Dejaría de preguntar ya? Ni yo sabía el por qué lo había hecho.

Peter:Deja de preguntar y pongámonos a desayunar que se nos va a hacer tarde

Se giró hacia la cocina y comenzó a andar en busca de lo que necesitaba para poner la mesa.

Mientras dejaba la comida en la mesa y me quitaba la campera para dejarla en el sofá, me fijé en lo que llevaba puesto, aún no se había vestido para ir a trabajar y supuse que lo que llevaba era el pijama, estaba compuesto por un jeans corto que le hacía un perfecto culo y una remera vieja de manga corta que llevaba por dentro del pantalón. Debía estar loco porque era una de las veces que más sexy la había visto y eso que llevaba un conjunto como para nominarla a la peor vestida del año, pero seguía sin saber la razón por la que, deseándola tanto aun no me había cogido con ella y eso, me estaba matando.

Una vez preparado todo, nos pusimos a desayunar, y nos sentamos uno delante del otro.

Peter:Te ves diferente -solté sin más-

Lali:Mmm... ¿Gracias? -dijo mientras fruncía el ceño y soplaba el café para que se enfriara, sonreí ante esto último-

Peter:No te lo he dicho a mal, sonreís, que es algo a lo que no estoy acostumbrado -sonrío nuevamente- Ves, lo que yo decía. Además que llevas esa ropa -señalé su vestuario y se miró- que no es precisamente lo más provocativo que tenes en el placard y aun así te ves bien

Lali:¿Tenes fiebre? -preguntó divertida poniendo su mano en mi frente- Esto no es normal en vos

Peter:Yo también puedo ser halagador, no te penses que por recibir tantos cumplidos me he vuelto un egocéntrico, también se decirle cosas bonitas a los demás -sonreí-

Lali:Que de cosas estoy aprendiendo hoy... -dijo más interesada en su medialuna, que se le acababa de terminar, que en mí- ¿Te vas a comer tu medialuna? -preguntó entre comillas, y digo eso porque antes de que le respondiera ya la estaba engullendo-

Peter:Que gran apetito tenes, mujer -musité y gruñó al no haber escuchado mi comentario-

Lali:¿Qué pasa? -preguntó bebiendo algo de su café y cogiendo otra medialuna-

Peter:Que no llegamos -dije mirando el reloj de pared que tenía colgado en el living y se giró a mirarlo ella también-

Lali:Voy a vestirme -dijo metiéndose en su pieza-

Mientras ella se vestía yo me entretuve en recoger el desayuno. A los diez minutos salió vestida y me regaló una sonrisa, al ver la cocina y la mesa recogida.

Cogimos el ascensor y bajamos hasta el vestíbulo, donde había un chico joven con aproximadamente la misma edad que nosotros que supuse que era el portero. 

Saludó a Lali muy amigablemente, demasiado para mi gusto.

Lali:Creo que dejé el auto bastante lejos

Peter:¿Tu auto? -pregunté y ella asintió con la cabeza- Estaba pensando en ir en mi moto -dije señalando mi preciosa Harley de la que estaba muy orgulloso-

Lali:No sabía que tenías una moto -dijo... ¿nerviosa?-

Peter:Pues ya lo sabes -sonreí- Dale, subi -dije una vez sentado. Le tendí la mano para ayudarla a subir y me percaté de que le temblaban- ¿Pasa algo? -pregunté y negó- Entonces vámonos -dije cuando se sentó-

Lali:Pará -dijo cerca de mi oído y giré mi cabeza para mirarle- Nunca he montado en moto -dijo avergonzada-

Peter:¿Por eso estabas nerviosa? -pregunté y ella asintió con una tímida sonrisa haciéndome reír- Pareces la típica adolescente de las películas, esas a las que le da miedo que su novio el rebelde la lleven en moto -rió ante mi comentario y yo sonreí cómo boludo-

Busqué sus manos y las coloqué en mi cintura.

Peter:Agárrate fuerte de mi cintura y no
te pasará nada ¿ok? -asintió- ¿Lista?

Lali:Lista

Peter:Pues vamos

Encendí la moto y al notar que comenzaba a aumentar la velocidad, sus manos se aferraron con mucha más fuerza a mi cintura, me hubiera quedado así toda la vida.

Cuando llegamos, la recepcionista me guiñó un ojo, y yo le respondí con el mismo gesto, Lali me miró mal, pero en vez de preguntarle el por qué de esa mirada, preferí dejarlo pasar.

Cada uno se fue por su lado, ella se dirigió a su despacho mientras yo iba a ver a Manuel para firmar el contrato.


***

Tenía bastante claro que ese laburo iba a ser mío, tenía cartas de recomendación de gente bastante importante en el mundillo empresarial y eso me facilitaba mucho las cosas.

Me estaba instalando en mi nuevo despacho cuando alguien entró, al levantar mi mirada me encontré con una rubia, ojos verdes y un escote que casi le llegaba al ombligo.

Xxx:Hola -dijo coquetamente y le devolví el saludo de la misma manera- Siento molestar, solo quería conocer al nuevo del buffet -dijo haciendo tirabuzones con su pelo-

Peter:Peter Lanzani -me presenté levantándome de la cómoda silla que había en el despacho-

Xxx:Mercedes, pero podes decirme Mechi -dijo dándome dos besos-

Y no sé cómo pasó pero diez minutos después "Mechi" estaba sentada encima mío mientras me besaba. Me pareció muy bien el tonteo que llevábamos al principio hasta que me besó y no sentí nada, absolutamente nada. ¿Qué mierda me estaba pasando? Yo antes estaba con una mina cada noche y
cumplía como todo un caballero. 

Le intenté seguir el beso decentemente, pero la imagen de Lali aparecía en mi cabeza todo el rato.

De repente la puerta se abrió y Lali entró mirando unos papeles aun sin alzar la cabeza, pero cuando me fui a separar de la rubia para que no nos viera en acción, levanto la cabeza, miró la imagen que tenía ante sus ojos, tragó hondo y dio un portazo antes de desaparecer detrás de la puerta de cristal del despacho.