CAPITULO 11:
Cuenta Peter
Llamé una vez antes de abrir la puerta del apartamento de Mery y entrar dentro. Su coche estaba estacionado afuera. Yo sabía que ella estaba aquí. Cometí el error de no tocar una vez y pillé a mi hermana a horcajadas en el regazo de un tipo.
Quise llenar de cloro mis ojos y mi cerebro después de esa experiencia.
Peter:Mery, soy yo. Tenemos que hablar –dije en voz alta y luego cerré la puerta detrás de mí–
Entré en la sala y el sonido de más de una voz apagada y pasos que venían desde el dormitorio principal casi me hizo dar la vuelta y marcharme. Pero no iba hacerlo. Esto era más importante. Su invitado de pijamada tenía que irse a casa ahora de todos modos. Eran más de las once.
La puerta de su habitación se abrió y se cerró. Interesante. El que sea que estaba aquí, se alojaba aquí. Tendríamos que salir al balcón para hablar. Yo no hablaría de Lali delante de nadie. Probablemente conocía al hombre que estaba en el cuarto. Sería la única razón por la que lo mantendría oculto allí.
Mery:¿Has oído hablar de llamar antes de venir? –dijo mientras entraba a la sala de estar vestida con una bata de ceda corta–
Se parecía más y más a nuestra madre mientras más mayor se hacía.
Peter:Es casi el almuerzo, Mery. No puedes mantener al hombre en la cama todo el día –le contesté y abrí las puertas que daban a la terraza con vistas al golf– Necesito hablar contigo y no quiero que tu compañero de dormitorio pueda oírnos
Mery rodó sus ojos y salió.
***
Mery:Me parece extraño que he estado tratando de que hables conmigo durante semanas y ahora que tú quieres hablar vienes interrumpiendo como si yo no tuviera vida. Por lo menos yo te llamo primero –comenzaba a sonar como nuestra madre–
Peter:Soy propietario de este apartamento, Mery. Puedo venir en cualquier maldito momento si quiero –le recordé–
Ella se estaría yendo de aquí a mediados de agosto para regresar a su casa de hermandad y su aún indecisa carrera. La universidad era una función social para ella. Ella sabía que yo iba a pagar sus cuentas y matrícula. Yo siempre me había preocupado de todo para ella.
Mery:Que sarcástico. ¿De qué se trata esto? No he tenido mi café todavía
No tenía miedo de mí. Yo no quería que ella lo tuviera, pero ya era hora de que madurara. No iba a dejar que obligara a Lali a huir. En un mes, Mery se habrá ido. Normalmente yo me iría. Este año no. Me estaría quedando en mi residencia en Rosemary. Mi madre tendrá que elegir otro lugar. Ella tendría esta casa libre para el resto del año.
Peter:Lali ha vuelto –le dije sin rodeos–
Había tenido tiempo de ver las cosas desde otro ángulo. Yo no sentía que Mery fuera la víctima en esto, ya no. Ella era una niña, pero también lo era Lali.
Mery se tensó mientras sus ojos brillaban con el odio que pertenecía a los ojos de su padre en lugar de Lali.
Peter:No digas nada. Permíteme hablar o voy a acompañar a tu amigo de pijamada fuera de mi apartamento. Tengo el poder aquí, Mery. Nuestra madre no tiene nada. Las apoyo a las dos. Nunca te he pedido nada. Pero ahora te voy a pedir... no, te voy a ordenar que me escuches y que sigas mis condiciones
La ira de Mery se había desvanecido y ahora la niña mimada estaba allí, mirándome. A ella no le gusta que le digan qué hacer. No podía culpar a mi madre por su conducta, no del todo. Lo hice también. La sobrecompensación había arruinado a Mery.
Mery:La odio –dijo con ira–
Peter:Te dije que me escuches. No asumas que eres inocente, Mery. Porque esta vez has jodido algo que me importa. Esto me afecta, así que escucha y cierra la boca
Sus ojos pasaron de la ira al shock. Estaba seguro de que nunca había hablado con ella de esa manera. Estaba un poco sorprendido de mí. Oír el odio en su voz dirigida a Lali me puso en alerta.
Peter:Lali se está quedando con Euge. Agus le ha regresado el trabajo a Lali. Ella no tiene nada en Alabama. No tiene nada. El padre que ustedes dos comparten, es un inúltil. Para ella bien podría estar muerto. Ha vuelto para saber donde encaja y qué hacer después. Ella estaba haciendo eso antes, pero cuando la verdad salió, su mundo se derrumbó y tuvo que correr. Es un puto milagro que esté de vuelta aquí. Yo la quiero aquí, Mery. Puede que no quieras oír esto, pero la amo. Nada me va a detener para asegurarme de que esté a salvo. Quiero que se sienta segura y que nadie y me refiero a nadie, ni siquiera mi hermana, le hará sentirse indeseada. Tú te vas pronto. Puedes mantener tu odio fuera de lugar si quieres, pero un día, espero que madurez lo suficiente como para darte cuenta de que sólo hay una persona que odiar aquí.
Mery se sentó en una de las sillas que colocó aquí para pasar el tiempo y leer libros. Yo también la amaba a ella. La protegí toda mi vida.
Decirle esto, y amenzarla era duro, pero no podía permitir que dañara a Lali por más tiempo. Tenía que parar esto. Lali nunca me daría otra oportunidad, siempre y cuando Mery estuviera atormentando su vida.
Mery:Así que la estás eligiendo antes que a mí –susurró–
Peter:Esto no es un concurso, Mery. Deja de actuar como si lo fuera. Tienes a su padre Ella lo perdió. Tú ganaste. Ahora supéralo
Mery alzó los ojos y las lágrimas se aferraban a sus pestañas.
Mery:Ha hecho que me odies
Maldito puto drama. Mery vivía en una telenovela en su cabeza.
Peter:Mery, escúchame. Te quiero. Eres mi hermana pequeña. Nadie puede cambiar eso. Pero yo estoy enamorado de Lali. Puede ser un problema importante en tus planes de conquistar y destruir, pero bebé, es hora de dejar que tus problemas sigan. Hace tres años que regresó. Necesito que lo superes.
Mery:¿Qué pasa con la familia en primer lugar? -dijo firme–
Peter:No vayas allí. Tú y yo sabemos que yo te he puesto primero toda mi vida. Tú me necesitabas y yo estaba allí. Pero ahora somos adultos, Mery
Se secó las lágrimas que se habían infiltrado de sus ojos y volvió a levantarse. Nunca pude saber si sus lágrimas eran reales o falsas. Ella podía encenderlas y apagarlas a voluntad.
Mery:Está bien. Quizás vuelva a la escuela antes de lo previsto, Tú no me quieres aquí, de todos modos. La has escogido a ella
Peter:Yo siempre te quiero cerca, Mery. Pero esta vez quiero que juegues limpio. Piensa en alguien más para variar. Tú tienes un corazón. Yo lo he visto. Ahora es el momento de usarlo
Mery:–se puso rígida– Si terminaste aquí, ¿podrías irte de tú apartamento?
Asentí con la cabeza.
Peter:Sí, he terminado –le contesté y me dirigí hacia el interior–
Sin otra palabra que oyera por la puerta principal. El tiempo ahora diría si yo tenía que seguir adelante con mis amenazas para enseñarle a mi hermana una lección. Realmente esperaba que no.
Al fin Peter le dejó todo claro a Mery! Disfruten del cap! Besos a todas. GRACIAS a los nuevos comentarios. ❤❤
PD:Me voy a pensar si las hago sufrir un poco haciendo que lali no le diga a peter sobre el embarazo JAJAJJAA! ❤