8º BAJO MI PIEL ❤

 CAPITULO 8:

La casa una vez más estaba destrozada cuando desperté la mañana siguiente. Esta
vez dejé el desorden y me apresuré para ir trabajar.
No quería llegar tarde. Necesitaba este trabajo ahora más que nunca.
Mi padre aún no había llamado para ver cómo me encontraba y yo estaba bastante segura de que Peter no había hablado con su madre o mi padre, ya qué él no los había mencionado. No quería preguntarle por ello porque no quería que su ira hacia mi padre fuera dirigida hacia mi.

Existía una buena probabilidad de que Peter me dijera que me fuera cuando regresara hoy a la casa. No parecía muy contento conmigo cuando salió anoche de mi habitación. Y yo le devolví el beso y lamí su labio. Oh, Dios. ¿En que había estado pensando? En realidad, no pensé en nada. Ese era el problema. Peter olía demasiado bien y también sabía muy bien. Yo no fui capaz de controlarme. Ahora, había una buena probabilidad de que encontrara mi equipaje en el pórtico cuando volviera a casa. Por lo menos, tenía dinero para quedarme en un motel.

Vestida con mis pantalones cortos y mi polo, subí las escaleras de la oficina hacia la puerta principal. Necesitaba fichar mi entrada y conseguir las llaves para el carrito de bebidas.

Darla ya estaba adentro. Comenzaba a pensar que vivía allí. Estaba aquí cuando me iba y cuando llegaba todos los días. Sin embargo, su pequeña e impetuosa personalidad asustaba. Apenas quieres saludarla y ya está ladrándote órdenes. Ella tenía el ceño fruncido hacia una chica que había visto antes. Estaba apuntándola con su dedo y casi gritando.

Darla:No puedes acostarte con los miembros del club. Esa es la primera regla. Tú firmaste los papeles Eugenia; sabes las reglas. el señor Agus llegó aquí esta mañana haciéndome saber que su padre no estaba contento con este giro de los acontecimientos. Solo tengo tres chicas en los carritos. si no puedo confiar en que dejes de acostarte con los miembros, entonces tendré que despedirte. Esta es la última advertencia. ¿Me entiendes?

Euge:—la chica asintió— Sí, tía Darla. Lo siento —murmuró—

Su largo cabello rubio y mechas oscuras estaba recogido en una cola de caballo y su polo azul mostraba unos pechos muy grandes. luego estaban sus largar piernas bronceadas y su trasero redondo. Y era sobrina de Darla. Interesante.

La mirada enfadada de Darla se desplazó hacia mí y dejó escapar un suspiro de alivio.

Darla:Oh, que bien que estás aquí Lali. Quizás puedas hacer algo con esta sobrina mía. Ella está en periodo de prueba porque al parecer no puede dejar de enredarse con los miembros del club mientras está trabajando. No estamos en un burdel. Somos un club de campo. Será tu compañera durante la próxima semana para que la vigiles de cerca. Ella debe aprender de ti. El señor Agus canta alabanzas de ti. Está muy contento con el trabajo que estás haciendo y me pidió que te permitiera trabajar en el comedor por lo menos dos días a la semana. Ahora estoy buscando a otra chica para el carrito, así que no puedo darme el lujo de despedir a Eugenia —dijo el nombre de su sobrina con un gruñido y la miró nuevamente—

La chica bajó la cabeza avergonzada. Sentí pena por ella. Me aterraba alterar a Darla. No podía imaginarme ser gritada así.

Lali:Sí, señora —contesté mientras ella sostenía las lleves del carrito del carrito hacia mí. Las tomé y esperé a que Eugenia se acercara a mí—

Darla:Ve con ella ahora, niña. No te quedes aquí haciendo pucheros. Debería llamar a tu papá y decirle lo que estás haciendo, pero no tengo el valor de romperle el corazón a mi hermano. Así que ve allí y aprende algunos buenos modales —señaló la puerta y no esperé más tiempo—

Corrí hacia la puerta y bajé las escaleras. Me gustaría ir a buscar el carrito de bebidas para alistarlo y esperar allí a Eugenia.

Euge:Oye, espera —dijo la chica detrás de mí. Me detuve y le devolví la mirada mientras ella corría para alcanzarme— Lo siento, fue brutal allí. Me gustaría que no hubieras visto ni escuchado eso.

Ella era... agradable.

Lali:Está bien —le contesté—

Euge:Por cierto, me gusta mas Euge. No Eugenia. Así es como me llama mi papá, así que mi tía Darla también. Y tú eres la famosa Lali Esposito de quien he oído tanto hablar —la sonrisa en su voz me dijo que su comentario no era malintencionado—

Lali:Lamento que tu tía te haya forzado a estar conmigo —aparté los ojos de ellos y sus brillantes labios gruesos y rojizos se curvaron en una sonrisa—

Euge:Oh, no hablaba de mi tía. Estaba hablando de los chicos. A Agus, en especial, le gustas mucho. He oído que anoche causaste un revuelo en la fiesta de cumpleaños de la perra de Mery. Me hubiera gustado haber visto eso, pero el personal contratado no es invitado para esas cosas

Cargué el carro mientras Euge se quedaba allí, mirándome. ella giraba un mechón rubio de su largo cabello alrededor de su dedo y me sonreía.

Euge:Tú estabas allí. Cuéntame todo lo que pasó.

No había mucho que contar. Me encogí de hombros y me acerqué para subir en el lado del conductor una vez que el carro estuvo cargado.

Lali:Fui a la fiesta porque estoy durmiendo bajo las escaleras de Peter hasta que tenga el suficiente dinero para mudarme, lo cual puede ser muy pronto. Fue un error. Él no quería que yo apareciera. Eso es todo

Euge:—se sentó a mi lado y cruzó las piernas— Eso no es para nada lo que he oído. Nico dijo que Peter vio a Agus tocándote y que enloqueció

Lali:Nico lo malentendió. Créeme. A Peter no le importa quién me toca

Euge:—suspiró— Es una mierda ser alguien pobre ¿no? Los chicos lindos nunca nos miran seriamente. Solo somos otra follada más

¿Realmente así eran las relaciones para ella? ¿Sólo se entregaba y luego la abandonaban? Era demasiado linda para eso. Los chicos de donde yo vengo babearían por ella. Puede que ellos no tengan millones en el banco, pero eran buenos chicos de buenas familias.

Lali:¿No hay algún chico atractivo que no sea inmensamente rico por allí? La gente que viene aquí no puede ser todo lo que hay para elegir. Seguro que puedes encontrar a un tipo que no te abandone a la mañana siguiente.

Euge:—frunció el ceño y se encogió de hombros— No lo sé. Siempre he querido echarle el lazo a un millonario ¿sabes?, vivir la buena vida. Pero comienzo a creer que no está escrito en mi destino

Lali:—me dirigí al primer hoyo— Euge, eres hermosa. Te mereces más de lo que estás recibiendo. Comienza a buscar a un hombre en otro lugar. Encuentra uno que no te quiera solo para sexo. Encuentra a uno que te quiera. Solo a ti.

Euge:Diablos, puede que me enamore de ti también —respondió en broma y se rió. Apoyó sus pies en el salpicadero mientras yo me detenía donde estaban los primeros jugadores de golf de la mañana—

Por ningún lugar vi a ningún chico. Por lo general, no eran madrugadores.
Durante un rato no tendría que preocuparme de cuidar que Euge no tuviera sexo en los arbustos o donde sea que ella lo hiciera durante el trabajo.

Cuatro horas más tardes, cuando llegamos al tercer agujero por tercera vez, reconocí a Agus y compañía. Euge se enderezó en el asiento y la expresión emocionada de su cara me puso en alerta máxima. Ella era como un pequeño cachorro esperando a que alguien le lanzara un hueso. Si no me gustara tanto mi trabajo ni siquiera me molestaría en ayudarla para que se quedara en este trabajo. Ser su niñera no estaba en la descripción de mi trabajo

Agus frunció el ceño cuando nos detuvimos junto a ellos.

Agus:¿Por qué estás conduciendo junto a Euge? —preguntó en el momento en que nos estacionamos—

Euge:Porque me está ayudando a evitar que folle con tus amigos y que te irrite. ¿Por qué no vas y le dices a la tía Darla? —hizo un puchero, cruzando sus brazos sobre su generoso pecho. No tenía ninguna duda que todos los chicos a nuestro alrededor se concentraron en sus grandes tetas—

Agus:Yo no le pedí eso. Le pedí que promoviera a Lali, no que la juntara contigo —le espetó y sacó su teléfono de su bolsillo. ¿Qué estaba haciendo?—

Euge:¿A quién llamas? —preguntó Euge en un tono de pánico mientras se sentaba con la espalda recta—

Agus:Darla —gruñó—

Lali/Euge:No, espera —dijimos Euge y yo al mismo tiempo—

Lali:No la llames. Estoy bien. Me gusta Euge. Es una buena compañía —le aseguré—

Me estudió un momento pero no colgó el teléfono.

Agus:Darla, soy Agus. He cambiado de opinión. Quiero a Lali los cuatro días de la semana adentro. Puedes usarla para que esté en los campos los viernes y sábados, ya que esos días está más lleno y ella es lo mejor que tienes, pero el resto del tiempo la quiero adentro —no esperó por una respuesta antes de finalizar la llamada y dejó caer de nuevo su teléfono en el bolsillo de sus almidonados pantalones cortos a cuadros. En cualquier otra persona usar eso se vería de lo más ridículo, pero un tipo como Agus podía lucirlo. El polo blanco que llevaba también estaba impecablemente planchado. No me sorprendía si fuera nueva—

Euge:La tía Darla se va a poner histérica. Asignó a Lali como mi niñera por las próximas semanas.¿Quién me va a mantener bajo control ahora? —preguntó ella echándole una mirada sensual a Nico—

Xxx:Por favor, hombre, si eres mi amigo, gira tu cabeza y déjame llevarla a la casa del club solo unos unos minutos. Por favor —rogó Nico mientras disfrutaba la vista que daba Euge estando sentada con las piernas arriba del tablero, ligeramente abiertas para que su entrepierna estuviera a la vista. Los pantalones cortos que llevábamos eran demasiados cortos y apretados, dejaban poco a la imaginación en una posición como esa—

Agus:Me importa un demonio lo que hagas. Fóllala si quieres. Pero si papá se entera que una vez más lo hizo tendré que despedirla. Él está muy enojado por las denuncias

Sabía que Nico no la defendería si ella era despedida. La dejaría irse y seguiría adelante. No había amor en su mirada, solo lujuria.

Lali:Euge, no —le rogué en silencio a su lado— En mi día libre tú y yo saldremos y encontraremos algún lugar donde haya chicos que sean dignos de tu tiempo. No pierdas tu trabajo por él —susurré en una voz muy baja que solo Euge podía oírme. Los otros sabían que yo le decía algo, pero no sabían qué—

Euge:—me miró y juntó sus piernas— ¿En serio? ¿Saldrías conmigo a buscar chicos? ¿En tu territorio?

Lali:—asentí y una sonrisa apareció en su rostro— Es un trato. Iremos a un bar de música contury. Espero que tengas tus propias botas. Soy de Alabama, tengo botas, jens ajustados y una pistola —le respondí con un guiño—

Euge:—se rió a carcajadas y se puso de pie— Bueno, muchachos, ¿Qué quieren tomar? Tenemos que ir a otro hoyo —dijo ella saliendo del carrito y retrocediendo. Yo la seguí y repartimos bebidas y tomamos el dinero. Nico trató de agarrarle el trasero unas cuantas veces y susurrarle al oído. Al final, ella se dio vuelta y le sonrió— Se acabó el ser tu compañera de sexo. Saldré con mi chica esta semana para buscar hombres de verdad. Del tipo que no tiene mucho dinero, pero tienen callos en las manos por saber trabajar. Tengo la sensación de que saben cómo hacer que una chica se sienta muy especial.

Tuve que ocultar la risa que brotaba dentro de mi pecho al ver la expresión sorprendida de Nico. Encendí el carro mientras Euge de un salto se sentaba al lado mío.

Euge:Demonios, eso se sintió bien. ¿Dónde has estado toda mi vida? —preguntó ella mientras aplaudía y yo manejaba sonriendo y me despedía de Agus para dirigirnos hacia el siguiente hoyo—

Seguimos vendiendo durante el resto del camino y después paramos para reabastecernos. No más problemas. Sabía que veríamos a Agus y a sus amigos de nuevo, pero tenía fe en que Euge sería firme. Ella había hablado alegremente de todo, desde el color de su cabello hasta el último susto de embarazo que habían tenido en la ciudad con un trabajador y un miembro del club.

No le prestaba atención a los miembros del primer hoyo. Conducía y trataba de concentrarme en las charlas sin fin de Euge. El murmuro de mierda de Euge llamó mi atención.

La miré y luego seguí su mirada hacia la pareja del primer hoyo. Reconocí instantáneamente a Peter. Los pantalones cortos que vestía y el ajustado polo azul pálido lucían tan fuera de lugar en él. No encajaban con los tatuajes que yo sabía que cubrían su espalda. Era hijo de un rockero y eso corría a través de sus venas incluso si él usara esa cara ropa de golf. Giró su cabeza y sus ojos se encontraron con los míos. No sonrío. Solo miró hacia otro lado como si no me hubiera reconocido. No hubo reconocimiento. Nada.

Euge:Alerta de perra —susurró—

Cambié mi mirada que la tenía en él hacia la chica de su lado. María o Mery como se referían a ella. Su hermana. El único tema que a él no le gustaba hablar. Ella llevaba una diminuta falda blanca que parecía más adecuada para jugar tenis. Llevaba un polo azul a juego y una visera blanca sobre sus rizos rubios.

Lali:¿No eres fans de María? —le pregunté sabiendo ya la respuesta por su comentario—

Euge:—soltó una leve carcajada— Uh, no. Y tú tampoco. Eres el enemigo número uno de ella

¿Qué se supone que significa eso? No podía preguntarle porque habíamos parado a solo dos metros del combo de hermanos.

Mery:Me estás tomando el pelo. ¿Agus la contrató? —siseó ella—

Peter:No —respondió en un tono de advertencia. No estaba segura si la protegía a ella o a mí o solo trataba de parar una escena. De cualquier manera, me molestó—

Lali:¿Van a querer algo de beber? —pregunté con la misma sonrisa que le doy a los demás miembros cuando hago la pregunta—

Mery:Por lo menos sabe su lugar —dijo en un tono sarcástico—

Peter:Voy a tomar una corona. De limón, por favor

Me arriesgué a mirar en su dirección y sus ojos se encontraron con los míos por un breve momento antes de que él se girara hacia Mery.

Peter:Pide una bebida. Está haciendo calor —le dijo a ella—

Ella me sonrió y puso una mano bien cuidada sobre su cadera.

Mery:Agua con gas. Limpia la botella bien, no me gusta la forma en que sale toda mojada por el hielo

Euge metió su mano en la nevera y sacó el agua. Supongo que ella temía lanzársela a la cabeza a Mery.

Euge:No te he visto últimamente, Mery —le dijo mientras limpiaba la botella con una toalla que se nos suministró para ese motivo—

Mery:Probablemente porque estás muy ocupada en los arbustos, abriéndole las piernas a Dios sabe quién en vez de trabajar —le respondió con una sonrisa burlona—

Apreté los dientes y saqué de un solo movimiento la corona de Peter.

Quería lanzarse la bebida en la cara presumida de Mery.

Peter:Ya es suficiente, Mery —la regañó suavemente. ¿Acaso era una maldita niña? Él la trataba como si tuviera cinco años. Ella era una adulta para que le gritara fuerte—

Le entregué a Peter la corona cuidando de no mirar a Mery. Tenía miedo de que tuviera un momento de debilidad. En cambio, mis ojos se encontraron con los de él mientras le entregaba la botella.

Peter:Gracias —dijo y deslizó un billete en mi bolsillo. No tuve tiempo de reaccionar antes de que él se alejara tomando a Mery por el codo— Ven y muéstrame aún no puedes patear mi trasero jugando —dijo él en tono de broma—

Mery:—lo abrazó— Estás acabado —el cariño sincero en su voz mientras hablaba con él me sorprendió. No podía imaginar a alguien tan mala como ella siendo amable con otros—

Euge:Vamos —me agarró del brazo y entendí que había estado allí de pie observándolos—

Asentí y comencé a girar cuando Peter miró hacia atrás, por encima de su hombro, directo hacia mí. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios y luego miró de nuevo a Mery diciéndole que palo utilizar. Nuestro momento había terminado.

Ni siquiera fue un momento.

Una vez que estuvimos fuera del alcance de ser escuchadas, miré a Euge.

Lali:¿Por qué dijiste que yo era el enemigo número uno?

Euge se retorció en su asiento.

Euge:Honestamente, no lo sé con exactitud. Pero Mery es posesiva con Peter. Todos saben eso... —se calló y no pudo hacer contacto visual conmigo. Ella sabía algo, pero ¿Qué sabía? ¿De qué me estoy perdiendo?—



Odieemos a mery juntaas!! jajaja! GRACIAS por los 20 comentarios dee veerdaad lo digoo!! speeroo que aquí tambien aiga comentaarios!! Beesos.

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