lunes, 6 de abril de 2015

25° ENAMORADA DEL CHICO "MALO" ❤



   CAPITULO 25:



Lali:¡Wow!

Fue todo cuanto se me ocurrió decir al abrir la puerta y entrar en el salón. Las cortinas estaban corridas y solo había encendida un lampara de pie que Euge había comprado poco después de mi mudanza. Sobre una mesa, que no sabía muy bien de dónde había salido, llameaban dos velas y alguien había colocado con esmero dos servicios completos, incluso me pareció que las servilletas eran de tela (y estaba segura de que no teníamos porque siempre usábamos de papel). Casi se me saltaron las lágrimas. Me quedé plantada junto a la entrada con las llaves en la mano y el bolso colgado del hombro, sin terminar de procesar qué estaba ocurriendo.

Lali:¿Peter? ¿Euge? –los llamé, temiendo haberme equivocado de casa o que mi amiga hubiera organizado algún tipo de cena romántica a la que yo no estuviera invitada–

Xxx:En la cocina –oí gritar a Peter–

Me encaminé hacia allí sin apartar los ojos de la mesa, como si fuera a cobrar vida y saltar sobre mí empuñando los cubiertos a modo de arma.

Asomé la cabeza y me lo encontré con una espumadera en la mano y el delantal puesto. Aunque parecía imposible, incluso así estaba tremendamente sexy. Había cambiado el jersey que llevaba en la facultad por una camiseta blanca sin mangas que se le pegaba a la piel, resaltando su buena forma, y además vestía los vaqueros negros que tanto me gustaban. Su pelo continuaba despeinado. Me dieron ganas de hundir los dedos en él. No podía creer que hubiera hecho semejante despliegue en tan poco tiempo.

Lali:¿Y todo esto? –pregunté, recelosa–

El olor a comida me recordó el hambre que tenía. Había comido poco y mal en el almuerzo y, salvo la chocolatina de media tarde, no había vuelto a probar bocado desde entonces. Me hizo un gesto para que me acercara y fui hasta él. Echó un vistazo a mi ropa mojada y me apartó un mechón de la cara antes de darme un beso que a mí me supo a poco.

Peter:Tenés el baño listo –dijo, sin pararse a explicarme a qué se debía todo aquello– Pensé que te apetecería

Recé por que la organización de una velada romántica no fuera una forma de amortiguar el golpe y confesarme que, después de todo, sería él el que había decidido dejarme.

Lali:¿Celebramos algo? –insistí, sin disimular mi nerviosismo–

Se le formaron arruguitas en torno a los ojos al sonreír y me empujó hacia el pasillo.

Peter:Dale, andá o cogerás un resfriado

Mis músculos se estremecieron de placer cuando el agua caliente envolvió mi cuerpo. Si aquello era un truco de Peter para suavizar el mazazo que vendría después, estaba funcionando. Había llenado el baño de velitas y la espuma rebosaba hasta caer al suelo. Cerré los ojos y me apoyé en el borde de la bañera, eliminando cualquier pensamiento negativo que amenazara con estropear mi momento de paz. No abandoné mi refugio hasta que el agua comenzó a enfriarse. Me envolví en una toalla y pasé por mi habitación a vestirme. No sabía qué más había planeado Peter, así que estuve un rato dudando frente al armario.

Al final me decanté por un vestido vaporoso de tirantes, agradeciendo que la calefacción central del edificio estuviera siempre demasiado alta, aunque normalmente me quejara de ello. Me recogí el pelo húmedo en un moño y descarté el calzado.

Suspiré al contemplar mi reflejo en el espejo y me dirigí al salón. Peter me esperaba sentado ya a la mesa. Había varios platos: una ensalada con nueces, lo que intuí eran dos solomillos salteados con verduras y vino blanco. Él sabía que lo prefería, aunque el protocolo dictara que la carne se acompañaba de tinto.

Peter:Hola –me saludó, más tímido que de costumbre–

Empezaba a estar acojonada.

Lali:Hola

Tomé asiento frente a él y me quedé esperando a que llegaran las explicaciones. Demasiado bueno para ser verdad. No era la primera vez que cocinaba para mí. Peter tenía muy buena mano y Euge y yo le obligábamos a menudo a prepararnos la cena, pero aquello era muy diferente.

Peter:¿Tenés hambre? –asentí y él señaló la comida–

Me serví ensalada y mastiqué en silencio. Él llenó las copas y se me quedó mirando, aumentando mi nerviosismo. Estaba a punto de ponerme a gritar cuando por fin habló.

Peter:Tres meses

Solté el tenedor.

Lali:¿Cómo? –pregunté–

No entendía nada.

Peter:Hoy hace tres meses que entraste por esa puerta –se explicó por fin–

Una sonrisa ladeada bailó en sus labios y hubiera jurado que se ruborizó.

Peter:Quería salir a celebrarlo, pero David está enfermo y tengo que ir en un rato a sustituirlo

Volví a contemplar la mesa, las velas y la comida, para acabar en sus ojos.

Lali:¿Has preparado esto porque hoy hace tres meses que me mudé a Argentina?

La pregunta salió de mi boca con escepticismo. No era que no me estuviera derritiendo por el gesto, pero pensaba que soltaría la bomba de que se marchaba a Londres en mitad de la cena y yo tendría que fingir que me alegraba y brindar por ello para no sentirme como la arpía que estaba claro que era.

Peter arrugó el ceño y dejó la copa junto a su plato.

Peter:¿Por qué creías que lo hacía?

Un incómodo silencio se instaló a nuestro alrededor.

Peter:Lali… –me insistió, al ver que no tenía intención de contestar–

Lali:¿Te vas a Londres?

«Sutil, sí señor, muy sutil».

Petet parpadeó varias veces y, tras unos instantes, su expresión de perplejidad se transformó en otra de comprensión. De repente estalló en carcajadas. A mí no me hizo tanta gracia.

Peter:¿Por eso tenías esa cara cuando llegaste? –me interrogó sin parar de reír– Pensaba que era por la lluvia

Me crucé de brazos y le di una patada por debajo de la mesa.

Lali:¿Y bien? ¿Te vas?

En vez de contestar se levantó y rodeó la mesa, acuclillándose junto a mí.

Peter:Llevo año y medio haciendo méritos para conseguir esa beca, La

Lo dicho, una verdadera arpía. Quería alegrarme por él, de verdad que quería, y era cierto que acabábamos de conocernos. Pero precisamente por eso no quería perderle tan pronto. Creía ser de las que pensaban que era mejor haber amado y perdido, pero a la mierda con los refranes populares. Deseaba con todas mis fuerzas que permaneciera conmigo.

Lali:Podrías habérmelo dicho –le reproché–, así no hubiera tenido que enterarme por tu ex

No estaba celosa, o puede que sí y mi enfado no se limitara solo al hecho de que nuestra relación tuviera fecha de caducidad.

Peter:No creo que Mery y yo podamos considerarnos expareja, ni siquiera llegamos a serlo nunca, L –se defendió, porque era obvio que había captado un matiz acusador en mi tono–

Agité la mano para evitar que continuara excusándose. No quería hablar de Mery, sino de él y de mí, de nosotros. Después de apenas unas semanas yo ya quería alargar mi estancia allí por tiempo indefinido y él mientras tanto planeaba marcharse.

Lali:Lo que sea que hay entre nosotros… Tenía derecho a saber que pensabas irte

Peter:¿Y qué hay de vos? —replicó él, esquivando mis ataques–

Sabía que Peter podía agarrarse al mismo razonamiento que estaba usando yo, pero me pareció injusto que tratara de darle la vuelta a la situación.

Lali:Sabes que mi beca acaba en junio y que tengo que regresar –contesté, y aparté mis ojos de su rostro– Pero quiero quedarme. En cambio tú…

Peter:No es seguro que vayan a aceptarme como parte del proyecto, y en realidad… –dudó antes de continuar. Se pasó la mano por el tatuaje del brazo de forma distraída y agachó la cabeza unos segundos– Los motivos por los que lo solicité… Solo quería irme de acá

Lali:¿Por qué?

No pensaba que fuera a contestar. Pasé dos dedos bajo su barbilla y la empujé hacia arriba.

Peter:Porque todo en esta ciudad me recuerda que soy un buludo y solo
quería olvidar –admitió, dejando caer los párpados para evitar mi mirada– Hasta que llegaste vos

Su confesión difuminó en parte mi enfado. Eché la silla hacia atrás y me senté en el suelo para estar más cerca de él.

Lali:Un poco... boludo sí eres –bromeé, arrancándole una sonrisa que no le llegó a los ojos– No sé qué fue lo que pasó, Peter, pero no puedes castigarte ni castigar a los que están a tu alrededor eternamente

No quería presionarlo para que hablara, pero era lo más cerca que había estado de conseguir que me contara quién era esa chica a la que había perdido y por qué parecía culparse por ello.

Lali:¿Era tu novia? –me aventuré a decir–

La cuestión lo pilló desprevenido. Titubeó ligeramente antes de contestar.

Peter:No. No tenés que estar celosa, L –afirmó, recuperando parte de su insolencia habitual–

Me debatí entre profundisar el tema o aprovechar aquel resquicio de buen humor. Opté por lo segundo. Satisfacer mi curiosidad no valía la pena si tenía que ver cómo se rompía en pedazos.

Lali:¡No estoy celosa! Te tengo comiendo de mi mano –lo pinché, sabiendo que saltaría–

Y antes de que completara la frase ya me había acorralado y tumbado sobre el parqué.

Peter:No es tu mano lo que voy a comerme, L

Alcé las cejas, invitándolo a cumplir su amenaza. Su mano se deslizó bajo el vestido, ascendió por mi muslo y sobrepasó mi cintura. Me retorcí bajo su cuerpo al comprender a dónde se dirigía.

Lali:Cosquillas no, cosquillas no –grité, tratando de zafarme, sin mucho éxito–

Su risa se unió a la mía y, a pesar de la tortura que estaba padeciendo, me sonó a música celestial. Decidí aplazar la conversación sobre nuestro incierto futuro hasta más adelante y permitirme disfrutar de aquel momento.

Tras hacerme admitir bajo su coacción, claro está que su reputación de chico rebelde seguía intacta y era yo la que había caído rendida a sus pies, me tomó en brazos y se encaminó a su habitación cargando conmigo.

Peter:El solomillo va a tener que esperar hasta que me haya saciado de vos

Resoplé de forma exagerada.

Lali:Qué dramático te pones cuando quieres –me burlé–

Él me soltó encima de la cama sin agacharse siquiera y mi culo rebotó contra el colchón. Se quitó la camiseta y los pantalones a toda prisa y los lanzó a un rincón.

Peter:Es solo una manera delicada de decir que voy a follarte hasta que olvides cómo te llamás

Al final de la velada no había olvidado mi nombre, pero Peter se había encargado de grabar a fuego el suyo en cada centímetro de mi piel… y de mi alma.



Disfruten del capitulo y deel luuneees chiicas.

14 comentarios:

  1. Wuuaa.... lo mas de lindoo!! Subi otrooo

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  2. Masss jajaj estuvo buenisimo!!!

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  3. Ay ya quiero saber que fue que le paso a Peter! Esta buenísima tu nove me encanta!

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  4. Lo que amo esta historia!

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  5. Aw que tierno! Pero que fogosos estos... lo que quiera que sean jaja

    surisameilumina.blogspot.com

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  6. Coraima!!! Esta buenisima la nove :3
    Ya las extraño ❤

    Mariela-

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  7. Hola^^ Te dejé un correo con mi num para que me unieras al grupo de wp, si puedo. Me encantan tus noves. Un beso

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  8. Este chico es un ansioso tremendo!!!!!

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