22° BAJO SU PIEL ❤

   CAPITULO 22:

Cuenta Lali

Este era el segundo día que me había despertado sin enfermarme. Incluso le pedí a Euge que cocinara tocino para comprobar que me sentía bien antes de entrar en el turno del almuerzo. Pensé que si podía sobrevivir al tocino, entonces yo podría hacer esto. Mi estómago se había revuelto y tuve náuseas, pero no había vomitado. Estaba mejorando.

Llamé a Agus y le aseguré que estaría bien. Me dijo que no me fuera porque estaban cortos de personal y que me necesitaban. Jimmy estaba de pie en la cocina sonriendo  cuando entré treinta minutoa antes del turno del almuerzo.

Jimmy:Esa es mi chica. Me alegro de que el virus se haya ido. Parece que has perdido diez kilos. ¿Cuánto tiempo estuviste enfernma?

Agus le había dicho a Jimmy y a cualquier otro que le preguntó, diciendo que tenía un virus y que me estaba recuperando. Yo sólo trabajaba dos turnos en el campo y nunca me reunía con el personal de la cocina mientras estaba en los carros.

Lali:Probablemente perdí algo de peso. Estoy segura de que voy a recuperarlo muy pronto –le contesté y lo abracé–

Jimmy:Será lo mejor o meteré rosquillas por tu garganta hasta que pueda envolver mis manos alrededor de tu cintura y mis dedos dejen de tocarse entre sí

Eso sería más pronto de lo que él pensaba.

Lali:Me vendría bien un paquete ahora

Jimmy:Es una cita. Después del trabajo. Tú y yo, y un paquete de doce. La mitad cubierta de chocolate –dijo y me entegó mi delantal–

Lali:Me parece bien. Puedes venir a ver mi hogar. Me quedo con Euge en un apartamento de la propiedad del club

Las cejas de Jimmy se alzaron.

Jimmy:No me lo digas. Bueno, bueno, no eres pomposa

Até mi delantal y metí mi bolígrafo y libreta en el bolsillo delantero

Lali:Me quedo con la primera ronda si tú preparas las ensaladas y el té dulce

Hizo un guiño.

Jimmy:Trato

Me dirigí al comedor y por suerte los únicos huéspedes eran dos señores mayores que había visto antes, pero no conocía sus nombres. Anoté sus órdenes y les serví  a ambos una taza de café antes de volver a comprobar las ensaladas.

Jimmy ya tenía dos listas preparadas.

Jimmy:Aquí tienes cariño

Lali:Gracias, precioso –le respondí llevando las ensaladas al comedor–

Entregué las ensaladas y tomé  la orden de bebidas de algunos nuevos huéspedes. Entonces regresé de nuevo a conseguir el agua con gas y agua de manantial con limón. Nadie pedía agua por aquí.

Jimmy se dirigía hacia la puerta de la cocina cuando llegué allí.

Lali:Acabo de ver a dos mujeres que parecen salir de las pistas de tenis. Creo que vi a Chari... ¿no es la anfitriona hoy? De todos modos, creo que la vi hablando con más invitados, así que deben de estar esperando ser atendidas

Me saludó y se dirigió al comedor.

Rápidamente terminé las aguas especiales y puse las dos órdenes de sopa de cangrejo que los hombres habían solicitado en mi bandeja, luego regresé al comedor cuando la expresión de pánico de Jimmy me llamó la atención.

Jimmy:Yo lo hago –dijo cogiendo mí bandeja–

Lali:No sabes ni a que mesa va. Puedo llevar una bandeja, Jimmy –le contesté rodando los ojos–

Él ni siquiera sabía que estaba embarazada y ya estaba siendo tonto.

Entonces, lo vi... a ellos. Jimmy no estaba siendo tonto. Él me protegía. La cabeza de Peter estaba inclinada hacia adelante mientras hablaba sobre algo que causó esa intensa y seria expresión en su rostro. La mujer tenía el pelo largo y castaño. Era preciosa. Sus pómulos eran altos y perfectos. Pesadas, y largas pestañas esbozaban sus ojos oscuros. Quería vomitar. Mi bandeja traqueteaba y Jimmy la cogió. Lo dejé. Estaba a punto de caerse.

Él no era mío. Pero... yo llevaba a su bebé. Él no lo sabía. Pero... me había hecho el amor, no, me folló en el baño de Euge y tan sólo hace tres días. Eso dolió tanto. Tragué saliva, peor mi garganta se sentía casi cerrada. Jimmy me decía algo, pero no lo podía entender. No podía hacer nada más que mirarlos. Se inclinó tan cerca de ella como si no quisiera que nadie escuchara lo que decía.

Sus ojos se movieron de Peter, y se encontraron con los míos. La odié. Era hermosa y refinada, todo lo que yo no era. Ella era una mujer. Yo era una niña. Una niña patética. Necesitaba salir de este infierno y dejar de hacer una escena. Aunque se trataba de una escena en silencio, yo todavía estaba de pie congelada, mirándolos. Ella me estudió y le apareció un pequeño ceño arrugando la frente. No quería que le preguntara a Peter acerca de mí y me señalara. Me di la vuelta y huí del comedor.

Tan pronto como estuve fuera de la vista de los clientes, choqué directamente al duro pecho de Agus.

Agus:Hola, cariño. ¿A dónde vas corriendo? Creo que esto es demasiado para ti –pregunto poniendo el dejo bajo mi barbilla y levantando mi cabeza para poder ver mi cara–

Negué con la cabeza y se me escapó una lágrima. No iba a llorar por esto, maldita sea. Me pidió volver con él. Lo rechacé. Lo abandoné después del sexo increíble. ¿Qué esperaba? Que se sentara esperándome y suspirando por mí. No lo creo.

Lali:Lo siento, Agus. Sólo dame un minuto y estaré bien. Te lo prometo. Sólo necesito un momento para componerme

Asintió y pasó su mano de arriba hacia abajo por mi brazo de una manera reconfortante.

Agus:¿Está Peter ahí? –preguntó casi tímidamente–

Lali:Sí

Me ahogaba, obligué a las lágrimas en mis ojos irse. Respiré hondo y parpadeé. Yo no iba a hacer esto. Controlaría mis locas emociones.

Agus:¿Está con alguien? –preguntó–

Me limité a asentir. No quería decirlo.

Agus:¿Quieres ir a mi oficina y relajarte un poco, esperar hasta que se marchen?

Sí. Quería esconderme de esto, pero no podía. Tenía que aprender a vivir con ello. Peter estaría en Rosemary por un mes más. Tenía que aprender a lidiar con ello.

Lali:Puedo hacer esto. Fue una sorpresa. Eso es todo

Agus levantó su mirada de la mía y una fría expresión apareció en su rostro.

Agus:Vete. Esto no es lo que ella necesita en este momento –dijo en un tono muy molesto–

XxxAleja tus putas manos de ella –dijo la furiosa voz de Peter–

Di un paso atrás de los brazos de Agus y bajé mirada. No quería verlo pero tampoco quería que pelearan. Agus parecía dispuesto a pelear por mi honor. No tenía ni idea de cómo se veía Peter porque no le había dirigido la mirada.

Lali:Estoy bien Agus. Gracias. Volveré a trabajar –murmuré y comencé a regresar a la cocina–

Peter:Lali, no lo hagas. Habla conmigo

Agus:Tú ya has hecho lo suficiente. Déjala sola, Peter. Ella no necesita lidiar contigo. Ahora no

Peter:Tú no sabes nada –gruñó–

Agus dio un paso en dirección a Peter. Agus iba a dejar escapar que estaba embarazada, ya que era muy evidente que sabía algo, o iba a irse a golpes contra Peter. Fue una vez más el momento adecuado de decírselo.

Me di la vuelta y me detuve en frente de Peter. Miré a Agus.

Lali:Está bien. Sólo dame un minuto con él. Estará bien. No hizo nada malo. Sólo estaba siendo emocional. Eso es todo –dije mirando a Agus–

La mandíbula de Agus se contrajo de un lado a otro mientras apretaba los dientes. Mantener su boca cerrada le estaba resultando difícil. Finalmente, se alejó.

Tenía que enfrentar a Peter ahora.

Peter:Lali... –dijo suavemente mientras su mano se estiró y agarró la mía– Por favor, mírame

Yo podría hacer esto. Tenía que hacer esto. Me di la vuelta, dejando que Peter tomara mi mano entre las suyas. Debía apartarla, pero no podía. Lo había visto con una mujer que probablemente mantendría su cama caliente esta noche mientras yo seguía alejándolo. Lo estaba perdiendo. Pero era nuestro bebé.

Alcé los ojos y me encontré con una mirada preocupada. No le gustaba molestarme. Me gustaba eso de él.

Lali:Está bien. Yo exageré. Estaba, um, sorprendida eso es todo. Debí haber sabido que continuaste tu camino. Yo sólo...

Peter:Detente –me interrumpió y me acercó a él– No he continuado nada. Lo qué crees que viste no lo es. Milagros es una vieja amiga. Eso es todo. Ella no significa nada para mí. He venido a buscarte. Necesitaba verte y fui a jugar golf. Pero no te vi allí. Me encontré a Milagros y sugirió que almorzáramos. Eso es todo. No tenía idea de que estabas aquí trabajando. Nunca lo hubiera hecho. A pesar de que no hacía nada malo. Te amo, Lali. Sólo a ti. No estoy con nadie. Y nunca lo estaré si no es contigo

Quería creerle. Tan egoísta y equivocada como lo estaba, yo quería creer que él me amaba lo suficiente como para no necesitar a nadie más. Incluso si lo alejaba constantemente de mí. Yo le estaba mintiendo. Odiaba a los mentirosos. Él me odiaría por no habérselo dicho antes. Yo no quería que me odiara. Pero no podía confiar en él. ¿Mentir por eso estaba bien? ¿Mentir alguna vez estaba bien? ¿Cómo podía él confiar en mí nuevamente?

Lali:Estoy embarazada

Las palabras salieron antes de que comprendiera lo que decía. Me tapé la boca con horror mientras los ojos de Peter se desviaban. Entonces, me volví y corrí como si el diablo me persiguiera.



Y SE ENTERÓ!! Ya era horaa o ¿no? jaja, espero que les haya gustado y que comenten. Gracias y un beso enorme a esas que siempre me comentan. ♥