viernes, 20 de marzo de 2015

14° ENAMORADA DEL CHICO "MALO" ❤



   CAPITULO 14:   3/3



Cande se presentó en el bar cuando ya llevábamos un rato abiertos al público, lo que hizo que Agus desapareciera de la barra. El local estaba a rebosar y no parábamos de servir bebidas. Peter protestó en cuanto lo vio escaquearse de su puesto. Le puse un par de cervezas a un tío y este me tendió un billete de veinte de pesos, aquí eran pesos y no euros. Al ir a cogerlo retiró la mano. Le dediqué una sonrisa falsa, porque no había dejado de mirarme las tetas mientras lo atendía, y esperé a que se decidiera a darme el dinero. Él se apoyó sobre el mostrador y yo me obligué a no dar un paso atrás.

Xxx:Te he visto. Bailas muy bien

Lali:Gracias –me limité a contestar–

Xxx:¿Qué tal si luego me dedicás uno de esos bailecitos zarpados en mi casa? –preguntó sin el más mínimo reparo. Estaba tan borracho que, si prendía una cerilla frente a su boca, se convertiría en un lanzallamas humano–

Lali:Creo que voy a pasar

Xxx:Vamos, preciosa –insistió, y alargó la mano para alcanzar la mía–

Peter se colocó a mi lado antes de que pudiera quitármelo de encima.

Peter:¿Qué tal si la soltás y ponés tu culo fuera de mi vista?

Apartó la mano del tipo y se inclinó sobre la barra, preparado para saltar al primer indicio de provocación.

Peter:Porque yo sí estaría encantado de dedicarte un baile privado y no estoy seguro de que pudieras volver a casa por tu propio pie después de él

El aludido levantó los brazos en gesto de rendición y esbozó una sonrisa estúpida. Yo solo rezaba por que no dijera algo aún más estúpido. Peter permaneció frente a él, con los puños cerrados a los costados. Le estaba costando serios esfuerzos no partirle la cara de un puñetazo, incluso yo podía darme cuenta. Ignoré al borracho y me colgué de su brazo.

Lali:No vale la pena, Peter

Peter:Oh, sí, sí que lo vale –replicó él, taladrando al tío con la mirada– Por vos cualquier cosa vale la pena, L

Se envaró en cuanto fue consciente de lo que había dicho, como si no hubiera pretendido poner voz a ese pensamiento. Me puse de puntillas y le di un beso en la comisura del labio para atraer su atención. Él se giró con rapidez. Objetivo conseguido. Sus puños se aflojaron y pasó un brazo en torno a mi cintura.

Lali:Gracias –murmuré, cohibida por la intensidad de su mirada–

Resultaba irónico que Eugw me acusara de aparcar mis emociones y en cambio Peter apenas lograra manejar las suyas. Su estado de ánimo era tan cambiante que nunca sabía cómo iba a reaccionar.

Peter:Si seguís apretándote contra mí con ese vestido que llevas terminaré por proponerte algo peor que ese imbécil. O mejor, según se mire –comentó, ladeando la cabeza como si pensara en ello–

Su intento de aligerar el ambiente surtió efecto. Le di un golpe en el pecho y deshice el abrazo.

Peter:Si vuelve, avisame. Estaré encantado de pagar mi frustración sexual con él –dijo, antes de regresar a su esquina de la barra–

Peter no tenía necesidad de reprimirse. Tenía un nutrido grupo de fans en el bar que babeaban por él y que no le quitaban ojo en toda la noche. Sin embargo, nunca le vi tontear con ninguna y mucho menos llevarse a una de ellas a casa. Solo de pensarlo me entraron náuseas. En cambio, conmigo no hacía más que tirar el anzuelo, aunque luego diera marcha atrás y bromeara como si solo se tratara de un juego. Y yo empezaba a desear cerrar los ojos y caer en sus redes.

Euge pasó junto a mí como una exhalación, abrió una nevera pequeña donde guardábamos los vasos de chupito para que estuvieran bien fríos y cogió dos. Se hizo con una botella de ron y volvió a la zona donde yo me encontraba.

Lali:Tenemos que servirlos, no bebérnoslos –le dije, cuando llenó los vasos y se bebió uno de un solo trago–

Euge:Bebe conmigo –me ordenó, poniéndome en la mano el otro vaso–

Me quedé mirándola sin entender a qué se debía su súbito interés por que ambas nos emborrachásemos en el trabajo, pero cogí el chupito y la imité. El alcohol me quemó la garganta y se me saltaron las lágrimas.

Lali:Al menos podrías haberlo rebajado con algo –dije, casi sin voz–

Euge:Maxi está aquí. Al fondo

Se tambaleó y tuvo que apoyarse en mí. Me pregunté cuánto hacía que su exnovio estaba en el local y si había empezado a beber desde el momento en que este había atravesado la puerta. Busqué a Maxi con la mirada y lo encontré apoyado en una de las mesas y acompañado de una rubia que se reía de forma exagerada. Podía verle los empastes desde donde estaba.

Lali:Pensaba que pasabas de él –comenté, e hice una mueca al contemplar cómo la chica se restregaba contra el costado del que fuera novio de Euge–

Mi amiga rellenó los vasitos de nuevo y se bebió el suyo antes de contestar. Acepté la bebida sin miramientos al ver a Maxi corresponder a las atenciones sobándole el culo con muy poca discreción. Al ritmo que iban se lo montarían sobre el billar en cualquier momento.

Euge:Y lo hago –dijo, aunque no muy convencida– Pero no me apetece ver cómo se revuelca con el gato con la que me puso los cuernos en mis narices

Así que era eso. A estas alturas, y si fuera Euge, era probable que yo ya estuviera arrastrando por los pelos a la rubita. Ella se limitaba a fulminarlos con la mirada.

Lali:¿Quieres que le diga a Tony que los eche?

Seguro que el portero del bar estaba más que encantado si le proponíamos algo de acción.

Negó con la cabeza y en sus ojos se reflejó la humillación con la que tantas veces me había topado en el espejo. Parecía a punto de romper a llorar.

Lo miré durante unos segundos. Los tíos como Maxi (o Benjamín) nunca se paraban a pensar en el daño que podían hacerles a los demás porque eran incapaces de preocuparse por nadie que no fueran ellos mismos.

Xxx:¡Eh, preciosa! –gritó alguien desde el otro extremo de la barra–

Me giré dispuesta a ladrar cualquier sandez, pero cerré la boca de inmediato. Euge debía tener un ángel de la guarda.

Lali:¿Quieres volver con Maxi? –interrogué a mi amiga. Me miró como si yo estuviera aún más borracha que ella. Lo tomé como una negativa– Bien, porque vamos a demostrarle que te importa de poco a nada a quién se esté tirando

Le hice un gesto con la cabeza para indicarle que el motero del culo espectacular con el que había tonteado el día de la fiesta no le quitaba el ojo de encima. A Euge se le iluminó el rostro en cuanto lo vio.

Euge:Un caño así no puede estar interesado en mí –se lamentó ella, y me dieron ganas de zarandearla–

Lali:¡Venga ya! Está coladito por ti. Eres tú la que no deja de decir que disfrute de la vida. Pensé que predicarías con el ejemplo

Se mordió el labio, indecisa.

Lali:¿Te gusta o no?

Euge;Lo ataría a mi cama hasta el final de los tiempos –respondió ella– Pero no me parece justo aprovecharme de él para poner en su sitio a Maxi

Lali:Vale –acepté con alegría, segura de que luego me mataría por lo que estaba a punto de hacer–

Fui hasta el motero, bajo la atenta mirada de mi amiga, y le conté una versión abreviada de la situación, tras asegurarme de que mi instinto no me engañaba y efectivamente le gustaba Euge. Nicolás, que era como se llamaba míster culo perfecto, resultó ser un chico encantador. No entré en detalles acerca de cómo había terminado la relación entre Euge y Maxi, y me agradó comprobar que fue él quien sugirió una singular forma de matar dos pájaros de un tiro: besar a Euge (algo que según confesó llevaba deseando desde hacía semanas) y darle una lección a Maxi. Me reí a carcajadas al entender lo que se proponía.

Euge se abalanzó sobre mí una vez que finalizó nuestra charla.

Euge:¿Qué le djiste? –me preguntó, mordiéndose las uñas. Paró en cuanto se dio cuenta de que Nico no dejaba de mirarla–

Lali:Es muy simpático –hice una pausa, consciente de que estaba tan nerviosa que incluso había olvidado que su ex seguía morreándose con su amiguita a pocos metros– Y me ha dicho que quiere que le sirvas tú

Enarqué las cejas y solté una risita. Definitivamente iba a matarme, pero
merecería la pena. La observé dirigirse hacia él. Nico se encaramó a la barra y yo no pude reprimir las carcajadas por más tiempo. Agarró a Euge de las manos y tiró de ella para colocarla frente a él. Yo silbé lo más fuerte que pude hasta conseguir que todas las cabezas se girasen en dirección a la pareja.

El motero tomó la cara de mi amiga entre las manos y le susurró algo al oído. Ella asintió. Fue un beso memorable, al menos estaba segura de que a Euge no se le olvidaría jamás. Los clientes aplaudieron y los vitorearon. Si Agus no nos despedía por esto, nos subiría el sueldo.

Busqué a Maxi entre las caras de diversión que contemplaban el espectáculo y lo encontré de brazos cruzados, con la vista clavada en ellos. Ya no parecía estar pasándoselo tan bien.


Último capítulo chicas! Apareció Nico y ya hubo besos, nos vemos el lunes!  Espero comentarios y veo como les pareció los capítulos.. besos

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Visiten el blog de mi boluda chiicaas! Está super buena y ahora es cuando viene lo mejor! ❤

16 comentarios:

  1. Me encanto, te espero el lunes con un nuevo capítulo

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  2. Mas historia laliter y no tanta de euge y lali, ni de Euge y Nico plisss!!!
    PD: AMO tus noves!

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  3. Van a disfrutar Euge y Nico!!!

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  4. ++++♥+♥+♥+♥+♥+♥+♥+♥+♥+♥♥+♥+

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  5. Wooow si q me encanta la novela, pero quiero saber quien perdieron pter y euge

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  6. Ma§ssssssss§ssss me mato el mister culo perfecto jajajajaj mas capituloss!!!!!

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  7. me Encanta tu Novela! !!!!! Subes de lunes a viernes? . Lu

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  8. seguiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

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