viernes, 27 de febrero de 2015

40° BAJO NUESTRA PIEL ❤



   CAPITULO 40:


Cuenta Lali 

Necesitaba salir de la casa. Peter no quería llevar a Eliseo a ningún lugar y como yo era su fuente de alimento, entonces no podíamos estar tanto tiempo separados. Todavía se negaba a tomar del biberón. Había tratado de bombear la leche y alimentarlo, pero no estaba funcionando. Él sólo me quería a mí. Lo que era dulce, pero su padre era tan sobreprotector que se enojaba si la gente se acercaba y quería sostenerlo.

Estaba preocupada de que en el momento en el que mis seis semanas se terminaran y estuviera bien que tuviéramos sexo otra vez, él no fuera capaz de soportarlo. Tenía que hacer algo para llegar al límite o iba a explotar.

La primera semana fue fácil quedarse en casa. Estaba cansada y Eliseo no dormía mucho por la noche, así que no era físicamente capaz de salir durante el día. Me había sentido mal por no ir al funeral del señor Sierra. Agus era mi amigo y yo odiaba que hubiera perdió a su padre de forma tan inesperada. Peter me aseguró que Agus estaría bien después de que me puse a llorar cuando me enteré de la noticia. Yo no conocía al señor Sierra, así que mi única excusa para llorar era que estaba teniendo problemas hormonales llamados melancolía de la maternidad. O al menos eso es lo que mi médico me dijo.

La necesidad incontrolable de llorar se fue el día en que fui capaz de abrochar mis vaqueros pre-bebé sin ningún problema. Había entrado al cuarto de mi hijo y lo había arrullado durante una hora mientras dormía, que era algo que su pediatra me había dicho que no hiciera. Lo iba a malcriar. Era tan difícil a veces.

Quería recordar estos días. Él estaría corriendo alrededor de la casa muy pronto.
Cuando Eli tenía un mes puse mi pie en el suelo y le dije a Peter que era hora de que fuéramos a algún lugar con él. Peter acordó que tenía que superarlo, pasamos más de una hora juntando todos sus suministros sólo para ir a cenar al Cubo. En el momento en que llegamos a casa estaba tan cansada que pensé que tal vez no iba a funcionar. Podríamos quedarnos en casa hasta que fuera destetado.

Entonces con ese pensamiento rápidamente me eché a llorar porque era una madre
horrible. Peter tomó al niño y lo puso en la cama mientras yo iba a tomar una ducha.
Tenía el sueño atrasado. Tenía que dejar de amamantar a Eli en la noche al igual que su pediatra sugirió, pero había sido débil y seguía haciéndolo. Tenía que detener esto.

Salí de la ducha y me paré frente al espejo. Mis caderas eran más anchas ahora. Estaba segura de que siempre sería así. Había estado utilizando toda mi ropa de antes del embarazo pero no me veía como solía. Mi cuerpo ahora era un cuerpo madre.

Peter:Demonios. He estado tratando de no mirarte desnuda porque estoy esforzándome para no recurrir a tomar el asunto en mis propias manos, pero joder... eres hermosa

Oír el deseo en su voz hizo maravillas en mi autoestima. Quería sentirme atractiva de nuevo. Quería tener sexo de nuevo. Teníamos dos semanas más hasta
la cita con el doctor. No estaba segura de poder durar tanto tiempo. Me di la vuelta y caminé hacia él. El sexo podría estar fuera de los límites, pero asegurar que mi hombre fuera feliz no lo estaba. Me apoyé en la punta de mis pies y presioné mis labios a los suyos y luego mordí su labio inferior. Estaba cansada de ser dulce y romántica. Quería ser mala.

Tiré de su camisa y besé su pecho sonriendo para mis adentros mientras su respiración se detenía y tomaba un mechón de mi cabello. Le desabroché los vaqueros y los empujé hacia abajo, alrededor de sus tobillos, junto con sus bóxers. Su erección se levantó con orgullo y mi boca se hizo agua. Él era tan hermoso. Incluso esta parte de él lo era. Pasando una mano alrededor de la base de su pene, me deslicé la punta en la boca y presioné hasta que la cabeza golpeó la parte posterior de mi garganta.

Peter:Santa jodida mierda, Lali –gimió cayendo contra el marco por apoyo–

Enterró sus dos manos en mi pelo y me mantuvo allí. Me aparté dejando su polla
libre de mi boca con un sonido pop y luego tenté su cabeza con la lengua. Sus
maldiciones y gemidos sólo me excitaron más.

Peter:Chúpalo, Dios, por favor, nena, chúpalo profundamente otra vez –
suplicó, empujando mi cabeza hacia abajo sobre él hasta que la punta una vez más
se deslizó en mi garganta–

Me atraganté y disfruté del gemido de placer que salió de Peter. Estaba disfrutando escuchándome engullirlo. Me estaba excitando a mí misma.

Dejé caer mi mano para deslizarla entre mis piernas y dejar controlar a Peter
cuánto de su polla entraba en mi boca con su agarre en mi cabello.

Peter:Joder, ¿te estás tocando a ti misma? –preguntó jadeando mientras se retiraba de mi boca–

Saqué la lengua y la dejé deslizarse por su cabeza antes de asentir. Entonces abrí la boca y lo miré fijamente mientras la dirigía de nuevo adentro.

Peter:Yo quiero jugar con ese coño –gruñó– No te corras

Estaba muy cerca de venirme, así que no estaba segura de que pudiera prometer eso. Él comenzó a moverse dentro y fuera de mi boca más rápido. Su respiración se aceleró y su maldecir empeoró. Estaba a punto de explotar.

Peter:Necesito correrme –dijo tirando de mi boca. Me agarré de la parte posterior de sus muslos y lo mantuve allí dentro– Lali, nena, voy a venirme jodidamente en tu boca si no me dejas ir

Aspiré con fuerza sobre él y lo bombeé dentro y fuera de mi boca. Lo sentí
apretarse en contra de mi lengua y sus dos manos agarraron la parte posterior de mi cabeza. Oí el rugido construyéndose dentro de él justo antes de que la primera ráfaga caliente golpeara la parte trasera de mi garganta.

Peter:Mierda, nena. Chúpalo, tómalo... sí, tómalo... eso es increíble –dijo mientras su cuerpo se contraía bajo mis manos y mi boca–

Mis muslos estaban empapados de mi excitación. Empecé a deslizar una mano por allí cuando Peter sacó su pene, me recogió y me llevó a la cama, tirándome hacia abajo. Sabía que no se suponía que tuviéramos sexo todavía, pero ahora mismo no me importaba. Me sentía curada allí abajo. Nada se sentía diferente.

Peter empujó mis piernas y luego su cabeza bajó, su lengua salió a lamer la humedad en el interior de mis muslos. Yo temblaba mientras se acercaba a mi calor.

Peter:Voy a comerme este dulce coño hasta que estés pidiendo que me detenga –amenazó justo antes de deslizar la lengua entre mis pliegues y luego movió su
piercing por encima de mi clítoris–

Me encantaba la forma en que lo hacía. Había pasado un tiempo. Agarré su cabello y lo sostuve sobre mi clítoris. Él se rió y la
vibración me hizo gritar de placer.

Peter:Mi codiciosa niña –murmuró presionando besos cerca de mi entrada,
antes de deslizar su lengua dentro de mí y frotar mi clítoris con la yema de su
pulgar–

Mi primer orgasmo me golpeó duro y tiré de su cabello, lo que hizo que gruñera hambriento y siguiera lamiéndome.

Peter:Quiero más –susurró sonriéndome con malicia. Mis piernas se sentían como fideos mientras las dejaba caer abiertas– Así es. Abre –me elogió–

Dios, haría cualquier cosa que este hombre quisiera. En mi estado relajado y satisfecho, su pulgar se deslizó dentro y fuera de mí.
Luego lo dejó correr hacia atrás hasta que encontró otro agujero. Uno que no estaba segura de querer que tocara.

Peter:No te tenses. No voy a hacerte daño. Sólo quiero hacerte sentir bien –dijo–

Me relajé, confiando en él mientras deslizaba la punta de su dedo en mi
interior, mientras que se burlaba de mi clítoris con la lengua. Me sorprendí a mí
misma empujando hacia el pulgar tratando de tenerlo más profundo y Peter gimió
en señal de aprobación mientras seguía trabajando con el pulgar dentro y fuera de
mi culo mientras me hacia el amor con la lengua.

Hubo un nuevo tipo de orgasmo construyéndose. No lo entendía, pero era
más fuerte. Lo quería.

Lali:Peter, necesito… –rogué, no estaba segura de lo que necesitaba–

Deslizó el pulgar de nuevo en mi calor húmedo, luego lo llevó hacia atrás para meterlo en el agujero apretado que me estaba volviendo loca.

Peter:Sé lo que necesitas, dulce Lali, y te lo voy a dar –dijo antes que lamer mi clítoris,
volviendo al pequeño agujero con el que estaba tan decidido a jugar–

Su lengua lo rodeó antes de volver a mi clítoris y tirando de él en su boca mientras deslizaba el pulgar dentro de mí.

Exploté. Fuegos artificiales aparecieron en mi interior y grité el nombre de Peter una y otra vez mientras mi cuerpo convulsionaba debido al placer puro que corría a través de mí. Nunca había sentido nada igual. No había palabras para describirlo.

Cuando por fin regresé a la Tierra y logré abrir los ojos, Peter se estaba arrastrando encima de mi cuerpo, acostándose a mi lado, y apretándome contra él.

Peter:Necesito follarte, Lali. Lo necesito tan condenadamente mal –susurró–

Lo quería dentro de mí. No estaba segura de sí lo quería dentro de mí... ahí atrás. Su pulgar era mucho más pequeño que su polla.

Peter:Quiero entrar en tu coño, nena. Deja de preocuparte por lo otro. Eso fue sólo para ti. Sabía que te ibas a sentir bien –me aseguró, y luego nos arropó a ambos con la colcha y rápidamente me quedé dormida contra su cuerpo caliente–


EXTREMADAMENTETE MUY FUERTE! Jajaja! Aquí tienen el capitulo COMPLETO! Perdón la tardanza.. tuve q hacer cosas antes de subirlo.. besos

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