42° BAJO NUESTRA PIEL ❤

   CAPITULO 42:

Cuenta Lali

Puse a Eli a dormir la siesta y decidí tomar un descanso para utilizar el vídeo de yoga que compré en iTunes. Necesitaba tonificar algunas partes en mi cuerpo post-parto. Euge dijo que probara con yoga. Encontrar tiempo para hacerlo era otra cosa. La última vez que Eli tomó una siesta y traté de hacer yoga, Peter entró en la habitación, y terminamos desnudos y en el sofá nuevamente. Nos habíamos convertido en profesionales del sexo oral. No es que Peter necesitara ser mejor, pero era seguro decir que yo había aprendido a dar una mamada asesina.

El timbre sonó antes de que el vídeo comenzara, por lo que presioné pausa y
fui a ver quién era. Peter no se encontraba en casa, por lo tanto, no podía ser Gas.
Salieron juntos. Pensé al abrir la puerta y mientras mis ojos registraban a Mery, que
tal vez debía comenzar a mirar por la mirilla primero. Mi ritmo cardíaco se recogió y me maldije a mí misma por dejar mi teléfono tirado en el suelo de la sala de
juegos. No tenía bolsillos en los pantalones de yoga.

Mery:¿Está Peter? –preguntó–

Mentalmente me encogí. Él no se encontraba acá y no me sentía segura dejándola entrar. Pero ¿cómo podría no dejarla entrar? Era la hermana de Peter.

Lali:Se fue con Gas hace un par de horas. Algo que ver con Agus

Estaba hablando demasiado. Eso no era asunto suyo.

Mery:¿Vas a dejarme entrar? ¿O debería volver más tarde?

El tono de disgusto en su voz ante la idea de que tenía el poder para no dejarla entrar, ahora que era mi casa, fue obvio. No quería hacerlo, pero Peter desearía verla. Lo había
mencionado hacía unas noches. Se preguntaba cómo estaba y me dijo que su mamá le había dicho que se encontraba fuera de la clínica y mejor.

Fui en contra de mi mejor juicio y di un paso atrás para dejarla entrar.

Lali:Pasa –dije odiando la idea de estar a solas con ella–

Mi arma se encontraba en el coche, aunque realmente no creía necesitarla. Ella no era peligrosa... al menos, eso creía.

Mery:Entonces, ¿qué se siente ser la señora Lanzani? –preguntó–

Su tono indicaba que no se encontraba feliz por ello y que no era una pregunta amistosa.

Lali:Estupendo. Amo a tu hermano –contesté–

Mery:No puedes mentirme. No me engañas con ese aspecto inocente. Quedaste
embarazada para poder engancharlo. Él no haría caso omiso de su hijo. Te diste cuenta y lo usaste. Sólo espero que el niño sea suyo

El odio atado en sus palabras me hizo estremecer. Tenía muchas ganas de llamar a Peter y traerlo a casa. No quería hablar con ella. No si esto iba a ser una conversación del tipo “ataca a Lali”.

Lali:Lamento que te sientas así. Cuando veas a Eliseo sabrás que no hay duda de que también le pertenece. Es un mini-Peter

Me enojé conmigo misma por haber tomado su cebo y defenderme. En la mención de Eliseo pude ver a Mery hacer una mueca de dolor. Al parecer odiaba la idea de que tuviéramos un niño u odiaba que también fuera mi hijo y no quería sentirse conectada a eso. No lo sabía.

Lali:Iré a buscar el teléfono y llamaré a Peter para decirle que estás aquí. Por favor, sírvete algo de beber o comer, si lo deseas. Sabes dónde está todo

Me dirigí a la escalera.

Mery:Espera. No quiero ver a Gastón. Dile que no traiga a Gastón –dijo con voz tensa–

Lali:Está bien. Lo haré –respondí–

Sabía con seguridad que Gastón no quería
verla tampoco, pero no le haría saber que conocía toda su historia. No tocaría ese
tema.

Corrí por las escaleras y fui a buscar mi teléfono. Llamaría a Peter y luego iría a ver a mi bebé... tal vez podría matar todo el tiempo a solas con ella, aquí escondida. Tomé el teléfono y marqué el número de Peter.

Peter:Hola, nena, ¿todo bien? –preguntó cuándo contestó–

Lali:Em... depende de lo que consideres bien –dije– Tu hermana está aquí

Peter:Da la vuelta, hombre. Tengo que ir a casa ahora –le dijo a Gas– Estoy en camino. ¿Estás bien? ¿Está siendo amable? ¿La dejaste entrar?

Lali:Sí, no realmente, y sí –contesté en orden cada pregunta que me hiso–

Peter:No está siendo amable. Mierda, Lali. Lo siento. ¿Por qué la dejaste entrar?

Lali:Bueno, porque es tu hermana. No iba a negarme a dejar entrar a tu familia en tu casa

Peter respiró hondo. Sabía lo que eso significaba. Se sentía frustrado.

Peter:Lali. Si alguna vez escucho que la llames mi casa de nuevo me pondré furioso. Esa es nuestra casa. Nuestra maldita casa. Si no quieres dejar a alguien entrar, entonces no lo hagas. Llámame y pueden esperar en las malditas escaleras hasta que llegue. Sólo quiero que te sientas cómoda en TU hogar

Lali:Está bien. Bueno, la dejé entrar porque la amas y te amo. ¿No es eso una buena razón?

Peter:–soltó una risa baja– Mery es, y probablemente será siempre, la única
persona que amo y no espero que seas agradable con ella. Tiene que ganarse esa
mierda y no lo ha hecho. Puedes echarla, patearle el culo, lo que quieras. No te pongas a soportar su boca diciendo mierda

Decidí no decirle sobre su acusación, de que Eli podría no ser suyo. Se volvería loco.

Lali:Sólo date prisa –supliqué–

Peter:Cinco minutos –prometió–

Colgué el teléfono y lo metí en mi sostén deportivo antes de ir a ver a mi bebé. Abrí la puerta y me asomé para encontrarlo dando patadas y balbuceando con las
criaturas marinas que colgaban del móvil. Sonriendo, me acerqué y sus pequeños
ojos se movieron hasta fijarse en mí. Dio una patada más dura en cuanto me vio y
mi corazón se apretó.

Lali:Esta no fue una muy buena siesta –dije inclinándome para recogerlo– Ni siquiera llegué a hacer algo de yoga y la parte inferior de mamá necesita un poco de ejercicio

Su pequeña cabeza trató de esconderse en mi pecho. No era el momento para darle de comer, pero cuando despertaba, él siempre quería meterse en mi camisa. Al igual que su padre.

Sonriendo, lo acerqué al mudador para cambiarle el pañal y ponerle uno limpio mientras lloraba. Odiaba que lo cambiara.
Lo levanté y besé sus labios fruncidos. Las lágrimas se detuvieron y abrió la boca tratando de conseguir algo de comer nuevamente.

Lali:Ahora no, señor. Acabas de comer hace una hora –dije antes de salir por la puerta–

No quería llevarlo abajo. Tenía miedo de lo que Mery dijera sobre él. No creía poder lidiar con eso, si ella era mala con mi bebé.

La puerta sonó y deje escapar un suspiro de alivio. Peter había llegado a casa.

Lali:Papá está en casa –susurré–

Llevé a Eliseo abajo y escuché las voces de Peter y Mery. No fue difícil. Ella ya elevaba su voz. Peter debió haber empezado a regañarla por hacerme sentir incómoda. Decidí no llevar a Eliseo a la cocina para oír a su padre gritar. Salimos por la puerta principal. Él amaba ir afuera y mirar las olas. El viento marino ahogaría todas las palabras molestas de Mery. Caminamos bajo la casa y salimos hacia la playa.

Peter:Lali, ¿podrías traer a Eli? –preguntó mirándome desde el porche–

Al parecer, quería que su hermana conociera a Eli y estuviera a su alrededor. Lo entendía, pero ella me odiaba, por lo que podría no ser conveniente.

Me detuve y miré a mi hijo. La mamá en mí quería tomarlo y correr al segundo piso y encerrarnos con seguridad dentro de su habitación. Pero él era hijo de Peter también. Le di un beso en la sien.

Lali:La hermana de papi, Mery, no es muy agradable. Vas a tener que aprender a pasar por alto eso –susurré en su oído más para mí puesto que no tenía idea de lo que decía–


* * *

Cuando llegué al escalón más alto, Peter me esperaba.

Peter:Si quieres que lo lleve y no entrar ahí, lo comprendo. Pero si quieres entrar, te juro que ella se comportará o la echaré de esta casa

No enviaría a mi bebé solo para afrontar al lobo feroz. Si tenía que enfrentarse a Mery, yo también lo haría. Lo mantuve apretado a mí y sacudí la cabeza.

Lali:Quiero estar con él

Peter asintió. Pude ver en su mirada que entendía. Abrió la puerta para nosotros y dio un paso atrás para que pudiera entrar con Eli.

Mery se encontraba sentada en un taburete con una expresión enojada en su rostro. Giró y sus ojos fueron directo a Eli. Pude ver el momento en que se dio cuenta de cada rasgo, que era un pequeño Peter. Ni siquiera tenía mis ojos. Él era todo Peter.

Mery:Supongo que es tuyo, después de todo –dijo–

Me detuve y di un paso atrás chocando contra el pecho de Peter. Su brazo se deslizó a mi alrededor, manteniendome allí.

Peter:Querías verlo. Ten cuidado con lo que le dices a su madre. Discúlpate por el último comentario tonto o te acompaño a la puerta

Los ojos de Mery estallaron de furia y tuve la sensación de que acababa de comenzar algo que realmente no necesitábamos en nuestra casa. Pero respiró hondo y alzó los ojos llenos de odio hacia mí.

Mery:Lo siento

No quiso decirlo realmente, pero que Peter la obligara a hacerlo, valió la pena.

Mery:¿Puedo cogerlo? –preguntó levantando la mirada hacia a Peter–

Me puse tiesa como una tabla. Si le decía que sí, iba a huír con mi hijo. Había muchas otras cosas que podía pedirme, no esa.

Peter:Probablemente no sea una buena idea. Contigo mirando a su mamá de esa forma, no creo que vaya a sentirse seguro

Mery:–frunció el ceño– Él es tu hijo, también

Peter:Lo es. Pero Lali es su madre. No la haré hacer algo con lo que no se sienta cómoda

Mery:Dios, Peter, ¿dónde están tus bolas?

Peter:Es la segunda hermana... a la tercera ya sabes

Mery rodó los ojos y se levantó del taburete. Volvió a mirar a Eli y sus ojos se suavizaron un poco. Era difícil no amarlo. Él era tan hermoso como su padre.

Mery:A mamá le encantaría conocerlo –dijo tirando la correa de su bolso hacia arriba por el brazo– Al menos deberías enviarle una foto

Peter:A mamá no le importaban una mierda sus propios bebés, Mery. Ya lo sabes. ¿Por qué iba a preocuparse por el mío?

Mery no se inmutó y se encogió de hombros.

Mery:Buen punto

Eli comenzó a quejarse en mis brazos. Trataba de llegar a su alimento otra vez. Lo cambié de brazo y Peter estiró las manos hacia él.

Peter:Dámelo. No estará pensando en la leche cuando lo sostenga

Se lo entregué e inmediatamente se calmó y observó a Peter. Estaba fascinado con su padre.

Mery:Eres bueno con él. No me sorprende. Has estado jugando al papá desde que tengo memoria –dijo mirándolos–

Fue lo único agradable que dijo desde que llegó.

Peter:Sólo soy bueno en esto porque he visto a Lali. Me enseñó todo

A Mery no le gustó esa respuesta, y no era verdad. Él había sido innato desde el primer día. Empecé a discutir cuando Mery apartó el taburete raspando por el suelo.

Mery:Sólo quería ver al niño y hacerte saber que estoy mejor. Si quieres verme,
estaré en la ciudad por unos días. No estoy de humor para más unión con tu pequeña familia, así que tenlo en cuenta

Observé cómo salía de la cocina, por el pasillo hacia la puerta, sin decir nada más. Peter no respondió.

Peter:Y ella sigue siendo una perra –murmuró–

Giré para mirarlo y fruncía el ceño.

Peter:Siento que te hablara de esa manera –
dijo–

Lali:Ignoré todo lo que dijo. Quiere que sea la villana y temo que siempre lo hará. Está bien. No me casé con ella –contesté–

Eliseo oyó mi voz, y movió la cabeza para mirarme antes de comenzar a llorar. Me quería por mis pechos. Sonreí y extendí las manos para tomarlo.

Lali:Tendré que alimentarlo, está decidido a comer otra vez. No debe haberse llenado la
última vez

Peter:–me lo entregó– Mierdecilla con suerte

Le di una patada y comenzó a reír, con esa sonrisa llena que me encanta.

Peter:¿Tienes hambre? –preguntó–

Lali:Sí. Muero de hambre. ¿Puedes hacerme un sándwich? –pregunté antes de caminar hacia la sala de estar para sentarme más cómoda en el sillón–

Peter:Cualquier cosa por ti –respondió y sonreí–


Un aplauso para Peter por favor... al fin puso a Mery en su lugar.. ¿como les va pareciendo la novela..? Mañanaa les subo los dos de mañana :) ❤

PD:AMO LAS ÚLTIMAS ESCENAS DE LALITER CON ELISEO ❤❤