5° ENAMORADA DEL CHICO "MALO" ❤

   CAPITULO 5:

Al final llegué tarde, aunque por suerte el coordinador de mi beca estaba aún en su despacho y no tuvo reparos en recibirme después de que me disculpara por mi retraso. Era un hombre de unos cuarenta años con gesto amable y un serio problema de organización. En su mesa reinaba tal caos que tardó alrededor de quince minutos en encontrar mi expediente.

Charlamos durante un rato sobre las asignaturas que había escogido para el primer cuatrimestre y me dio indicaciones acerca de los profesores que las impartían, horarios y demás detalles del funcionamiento de la facultad, haciendo hincapié en que para todo lo que necesitara no tenía más que acudir a él. Abandoné su oficina algo más serena de lo que había llegado. Al salir me topé de frente con un sonriente Agus. Iba acompañado de la misma chica que había visto en el bar.

Agus:Ey, Lali –me saludó con un beso en la mejilla– Esta es Cande, mi novia. Ella es Lali, la amiga de Euge de la que te hablé

Cande/Lali:Encantada –respondimos las dos al unísono, y Cande esbozó una sonrisa
tímida–

Cande:Agus me ha dicho que vas a trabajar con él —comentó, y yo asentí–

Lali:Sí, aunque me lo estoy replanteando. Creo que vivir y trabajar con Peter puede ser demasiado para mi cordura –solté sin pensar–

Cande se apoyó en Agus y enlazó el brazo en torno a su cintura. El gesto, que podía haber resultado posesivo en cualquier otra pareja, rebosó ternura cuando Agus le rozó el pelo con la barbilla en un acto reflejo. Su atención seguía puesta en la conversación que mantenía conmigo, pero de forma inconsciente Cande lo atraía como imán.

Cande:Cuida bien de ella –dijo dirigiéndose a su novio– Peter es como un grano en el culo cuando quiere, todavía me debe una

Aquella chica ya me caía bien. Agus rió a carcajadas y me dio la sensación de que me perdía algún tipo de broma privada.

Cande:Lo hemos visto fuera –añadió– Me sorprende que haya salido de la cama antes del mediodía hoy que no tiene clase

La afirmación alentó las sospechas que ya tenía acerca de las intenciones de Peter ocupando el baño justo cuando yo más lo necesitaba.

Agus:Nos dijo que iban a desayunar juntos cuando acabaras acá —respondió, señalando el fajo de papeles que llevaba en las manos– ¿Les importa si vamos con ustedes? Creo que Cande se muere por un café

En realidad yo había pensado en buscar alguna otra salida para evitar a Peter y marcharme a casa sin decirle nada. Me preguntaba cuánto tiempo permanecería allí con el culo puesto sobre el asiento de la moto y sin darse cuenta de que lo había dejado plantado.

«No pienses en su culo, no pienses en su culo», me repetí.

Inmediatamente la imagen del trasero de Peter ceñido solo con unos boxers
reapareció para atormentarme. ¡Qué demonios! Yo también necesitaba una
buena dosis de cafeína.

Lali:Claro que pueden venir. Aunque les confieso que mi plan era darle esquinazo a Peter –admití sin pudor mientras nos dirigíamos al exterior–

Cande:Nadie te culparía, aún estás a tiempo –indicó cuando pasamos por otra de las puertas que daban a la calle–

Agus:No sé por qué pero creo que Peter no va a ponértelo fácil si lo que pretendes es deshacerte de él, Lali

Ladeé la cabeza hacia Agus, intrigada por su afirmación y esperando que añadiera alguna explicación que no llegó. Cande y él intercambiaron una mirada cómplice y antes de que pudiera preguntarle mis ojos tropezaron con los de Peter, que tal y como había imaginado estaba sentado a
horcajadas sobre la moto. En los escalones de acceso había dos chicas que babeaban por él, literalmente.

Xxx:Ya me gustaría a mí que me montara así –Oí que le decía la rubia a la otra–

Peter frunció el ceño, contrariado, al observar que volvía acompañada y yo me alegré de haberme encontrado con la feliz pareja.

Agus:Ey, Peter. A tu chica no le importa que vayamos con ustedes –gritó, y al igual que los demás, había escuchado el comentario de la chica rubia—

La broma no pareció hacerle demasiada gracia a Peter, y aunque tampoco es que yo estuviera dando saltos de alegría por el hecho de que alguien nos relacionara como pareja, no le di mayor importancia. Sin embargo, él se bajó las gafas de sol que reposaban sobre su cabeza, visiblemente enfadado. Pasó junto a nosotros con andar decidido y se inclinó sobre la chica rubia. Tras murmurarle algo al oído, esta se puso en pie de un salto y se colgó de su brazo, apretándose contra su cuerpo mientras ambos regresaban junto a la moto.

Antes de ponerse el casco nos miró como si hubiera recordado de pronto que estábamos allí y esbozó una sonrisa culpable que no podía haber sido más falsa.

Peter:Creo que voy a pasar –fue todo lo que dijo–

La moto derrapó en el asfalto antes de enfilar la calle y yo estuve a punto de quitarme una de las botas y lanzársela a la cabeza. En mi vida me había sentido tan humillada, y eso que mi ex era un experto en dejarme en ridículo en público.

No me quedó más remedio que tragarme la bilis que ascendía por mi garganta y sonreír al girarme para enfrentarme a las caras perplejas de Agus y Cande.

Lali:¿Desayunamos? –sugerí con toda la dignidad que fui capaz de reunir que, dicho sea de paso, no fue demasiada–

Si algo tenía claro era que Peter acababa de pasar directamente de buenorro perdonavidas a rey de los gilipollas.

Agus y Cande me caían bien. Pensaba que una vez pasado el momento de tensión se dedicarían a meterse mano el uno al otro, como esas parejas que parecen ser incapaces de quitarse las manos de encima, y yo me sentiría fuera de lugar. En cambio, ambos se habían interesado en conocerme y saber cómo había acabado en Argentina compartiendo piso con una charlatana encantadora y un ególatra declarado.

Era obvio que se adoraban. Los gestos de cariño que se prodigaban eran continuos, pero tan sutiles que no resultaba incómodo estar a su lado. Hablamos sin parar durante todo el camino y Cande y yo nos reímos más de una vez a costa del propio Agus, que acogió nuestras burlas con fingida indignación. Estaba segura de que me iba a llevar muy bien con los dos.

Agus:Siento lo de antes –se disculpó cuando ya estuvimos sentados en un coqueto café en la zona de Banfield– En el bar nos gastamos bromas todo el tiempo y Peter jamás ha reaccionado de esa forma, lo normal es que te taladre con la mirada y suelte algún taco entre dientes a la espera
de poder devolvértela

Lali:No pasa nada –dije con sinceridad, quitándole hierro al asunto–

Lo único que había conseguido  Peter era incrementar mis ansias de venganza y confirmar que era tan capullo como parecía. No pensaba permitir que ningún tío se volviera a reír de mí de esa manera.

Agus:Creía que se tomaría la broma como un reto –insistió– Mirándolos el otro día en el bar pensaba que él y vos…

La sangre debió de acudir a mis mejillas con tanto ímpetu que ni siquiera completó la frase, aunque el codazo de Cande seguro que también lo disuadió de continuar.

Yo negué con la cabeza.

Lali:No, gracias. Acabo de salir de una relación… complicada, y lo menos que necesito es liarme con alguien como Peter. En realidad, no tengo intención de liarme con nadie en un futuro cercano

Agus le dedicó a Cande una enigmática mirada antes de hablar de nuevo.

Agus:Eso me suena mucho

Cande:Callate, Agustín –lo reprendió su novia poniendo los ojos en blanco–

Recordé entonces lo que me había contado Euge acerca de ellos y de todo lo que habían pasado antes de acabar juntos.

La camarera apareció en ese momento y depositó frente a nosotros los cafés y varios bollitos con un aspecto delicioso. Cande se lanzó a por uno recubierto de azúcar glass y se lo tragó de dos bocados.

Cande:Tenía hambre –se defendió cuando se percató de nuestras miradas–

Lali:Quiero disfrutar de la experiencia de estar en un lugar en el que nadie me conoce y puedo hacer lo que me dé la gana –me sinceré, sin saber muy bien por qué le estaba contando aquello a dos personas a las que apenas conocía–

Puede que fuera parte de mi nuevo yo. La verdad es que había hablado sin pensar, pero lo que más deseaba era precisamente eso: dejar de medir mis palabras o mis actos a todas horas.

Agus:Si lo que queres son nuevas experiencias tengo una perfecta para vos,
mañana por la noche tenemos la reunión mensual de moteros en el bar y me vendría bien una ayuda extra –me propuso–

Cande:¡Tenes que ir, Lali! –dijo demasiado emocionada, en mi opinión, para estar hablando de pasar horas de pie sirviendo copas y regando vasos– Agus cierra el bar solo para ellos y sus fiestas son antológicas

Eso ya me sonaba mejor. Desfasar era una de mis tareas pendientes ahora que tenía libertad para ello.

Agus:Serán solo unas cuantas horas y pago el doble, y es probable que Euge también vaya –dijo–

Cande:–entrecerró los ojos y se quedó mirándole– Un momento, ¿cómo es que no me has dicho nada? Yo también puedo echarte una mano

El rostro de Agus palideció. Me preparé para asistir en directo a una apasionada pelea. Tomé un sorbo de café mientras esperaba la respuesta de mi jefe. Casi podía oír su cerebro trabajar a marchas forzadas.

Agus:Estará lleno de boludos –contestó y supe enseguida que la había cagado–

Miré a Cande, que debía estar pensando lo mismo que yo.

Agus:Boludos borrachos –añadió, cavando su propia tumba–

Tosí para ocultar la risa.

Cande:Estás celoso –afirmó– Bien, porque pienso ir con Euge  y Lali

Juro que Agus gimoteó al escucharla. Pero a pesar de todo enlazó los dedos con los suyos y mantuvo la boca cerrada. Chico listo.

Al terminar de desayunar era casi la hora del almuerzo. Me explicaron cómo llegar a la parada de metro más cercana y qué línea debía coger para volver a casa. Quedamos en que Cande pasaría a buscarnos a Euge y a mí a las ocho de la tarde, ya que Agus debía acudir antes al bar para empezar con los preparativos. Intenté no torturarme con el hecho de que Peter también estaría allí aunque, bien pensado, tal vez fuera la ocasión perfecta para llevar a cabo mi venganza. Seguro que se me ocurriría algo.


Último capítulo dee hooy! ¿La venganza de Lali será buena o mala? ¿Que pasa si hay beso en el próximo capítulo?  Mañana si eso les subo el capitulo depende de como vea los comentarios!! 
❤

PD:AMO la fotoo!! ❤❤